La retirada de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) del ciclismo profesional a final de la presente temporada es el detonante de la crisis por la que atraviesa este deporte, ya que las grandes firmas, una vez cumplido su ciclo, se retiran. La marcha de la ONCE, tras quince años en la máxima categoría y con numerosos e importantes éxitos, no es nada nuevo, pues era un secreto a voces como también lo es la marcha de otro de los «buque insignia» del pelotón español y mundial como es el iBanesto.com.

El relevo de ambos conjuntos sigue siendo una incógnita, pues aunque son varias las empresas que han demostrado interés en coger las riendas, éstas no están dispuestas a igualar los presupuestos que actualmente manejan esos equipos, superiores a los quinientos millones de euros. La noticia, aunque esperada, ha hecho temblar los cimientos del ciclismo y los comentarios al respecto coinciden al señalar que «es un mal día para el ciclismo».

La marcha de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) supone un varapalo importante para el ciclismo español y también para el mundial, ya que en los últimos años ha sido uno de los equipos punteros del pelotón. El equipo nació en 1989 y en su hoja de servicios figuran más de cuatrocientos triunfos, entre victorias por etapas y general en las pruebas largas del calendario, además de numerosas clásicas y clasificaciones secundarias. La forma de trabajar de auxiliares, técnicos, masajistas y directores deportivos y de ganar de sus corredores han marcado una época en el denominado ciclismo moderno al apostar por corredores que no tenían mucho renombre en el pelotón, y con los consejos y asesoramiento, especialmente de su técnico Manuel Saiz, pasaron a un primer plano.