No cabe duda de que los clubes baleares han salido notablemente perjudicados por la huelga que mantuvo paralizado el fútbol de las islas durante el pasado 26 y 27 de abril debido a la inhabilitación del presidente de la Federación Balear de Fútbol, Antonio Borrás del Barrio, por parte del Comité de Disciplina Deportiva del Govern balear. En este caso, los tres equipos ibicencos, que militan en la Tercera división balear, verán seriamente dañados sus arcas ya que todos ellos jugaran sus partidos el próximo martes.

La Peña Deportiva se enfrentará al líder Vilafranca en el estadio municipal de Santa Eulària a partir de las 18,00 horas. El máximo mandatario Miguel Torres sabe del perjuicio que le causará jugar entre semana: «La verdad es que hemos perido mucho dinero ya que teníamos previsto organizar una paella para 400 personas en la fecha fijada y ahora jugaremos en un día laborable cuando muchos están trabajando».

También el San Rafael recibe al Santa Ponça en el estadio municipal de Sant Rafel a las 18,00 horas. El presidente Paco 'Guillem' Bonet destacó que «lo más seguro es que hagamos poca taquilla. Además, no sabemos si podremos contar con algunos jugadores ya que muchos de ellos tienen que trabajar».

Por su parte, la SD Eivissa, que está todavía inmerso en la lucha por la fase de ascenso a la Segunda división B, agotará sus ultimas opciones de lograr un puesto entre los cuatro primeros. El equipo ibicenco jugará el próximo martes, 13 de mayo, el partido atrasado correspondiente a la 34ª jornada de liga, y que le enfrenatrá al Peguera en tierras mallorquinas a partir de las 17,45 horas. Los hombres de Toni Arabí viajarán el mismo día del partido a partir de las 14,30 horas. El presidente de la entidad, Mariano Riera, consideró que «suspender la jornada nos ha creado inconvenientes debido a que perdimos anteriormente los billetes que sacamos».