Marco Torres
El Eivissa logró ayer su objetivo y al sumar el punto 40 de la competición se asegura la permanencia en Tercera División. Queda una sola jornada y el equipo afronta tiempos difíciles. Para las próximas semanas ya se ha anunciado la dimisión de su presidente Mariano Riera, y el futuro de su entrenador, Toni Arabí, finaliza con la temporada.
El partido de ayer fue de los peores que se han podido ver esta temporada en Can Misses. Su principal característica fue la ausencia de juego y con ello la carencia absoluta de ocasiones de gol. Ni uno ni otro equipo supieron llegar con claridad a la portería contraria y lo máximo que consiguieron fueron tímidos remates a raíz de un corner o algún saque de falta.
Parecía como si los dos equipos se conformasen con el empate a cero, pero estaba claro que ninguno de los dos tenía la frescura física necesaria para suplir su falta de ideas e imponerse al rival por la fuerza, la velocidad o la insistencia.
El dominio territorial y del balón estuvo en manos de los locales, que lo desaprovecharon y perdieron poco a poco con sendas expulsiones que dejaron al conjunto de Toni Arabí con nueve jugadores sobre el terreno de juego.
Lo más triste fue comprobar que el equipo al que no eran capaces de superar los locales, ni siquiera tuvo la capacidad suficiente para reaccionar y aprovechar su superioridad numérica en los últimos minutos. En definitiva un partido para olvidar y un punto que se tardará mucho en olvidar.
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