Salva salta a por un balón ante el defensa Ka Nakata.

1 ESPAÑA: Cañizares (Casillas, min.76); Manuel Pablo (Puyol, min.68), Paco, Nadal (Tellez, min.45), Sergi; Mendieta (Vicente, min.45), Guardiola (Sergio, min.76), Helguera (Baraja, min.31), Munitis; Raúl (Jose Mari, min.45) y Salva.
0 JAPON: Kawaguchi; Morioka, K. Nakata, Hato, Uemura (Nazakawa, min.89); Hattori, H. Nakata (Oku, min.87), Inamoto, Nanami (Myojin, min.81), Ito (Suzuki, min.92); y Takahara (Nishizawa, min.82).
ARBITRO: Miroslav Radoman (Yugoslavia). Amonestó a Hattori (min.71) y a K. Nagata (min.87), por parte de Japón y a Sergi (min.73), por parte de España.
GOL:
Minuto 90, Baraja, tras disparar cruzado un pase de Munitis, 1-0.

OSCAR GONZÀLEZ - CÓRDOBA
La selección española ofreció una pobre imagen ante la de Japón en el encuentro amistoso que se disputó ayer en el estadio El Arcángel (1-0). Los de José Antonio Camacho ofrecieron un espectáculo lamentable y sólo el gol de Rubén Baraja en el tiempo de descuento abrió la cerrada defensa del conjunto nipón y maquilló el resultado. El gol de Baraja, en el minuto 92, le evitó un sonrojante empate ante Japón a una selección española que ofreció poco, no se encontró nunca cómoda y perdió parte del crédito ganado contra Francia.

El mal juego español volvió a alimentar los debates que han molestado al seleccionador, José Antonio Camacho. ¿Cuál es su estilo?, ¿tiene dueño su portería? y, sobre todo, ¿recuperará la ilusión generada en su primera etapa?. Porque, sin ritmo de juego, España se ahogó en la voluntariosa presión japonesa. Tuvo el balón, disparó una docena de veces a puerta, pero no pudo imponer la calidad que le separa el campeón asiático.

Fue más de hora y media de impotencia que justificó el cambio táctico del francés Philippe Troussier, técnico del conjunto nipón, que se olvidó de las aventuras ofensivas que le valieron la goleada contra Francia y alineó cinco defensas. Con eso, y una disciplinada presión en el centro del campo, le bastó para embarullar el juego del equipo de José Antonio Camacho, que aun así dispuso de media docena de ocasiones, gracias a la inocencia de los centrales japoneses. España fue un conjunto sin coordinación, al que le costó más llegar al área rival y que sólo pudo ganar gracias a un remate de Rubén Baraja en el tiempo de prolongación, que sirvió para aliviar la estadística española, que no para hacer olvidar su mal juego frente a los nipones.