La última especial (Ponte de Lima-Sur, de 11'15 kilómetros de
recorrido) sirvió a Makinen para superar a su rival, con quien
estaba prácticamente empatado a tiempos en el tramo anterior (tan
sólo les separaban tres décimas de segundo), mientras que el
finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206) acabó tercero a casi tres
minutos.
El Rally de Portugal, que estuvo marcado por las adversas
condiciones meteorológicas -la lluvia, el barro y la niebla que
obligó a suspender hasta cuatro tramos cronometrados-, fue un mano
a mano entre el cuatro veces campeón del mundo y Sainz, que se
alternaron al frente de la clasificación durante las tres jornadas
en las que se disputó la prueba.
Makinen se adjudicó ocho de las veintidós especiales de las que
constaba el rally, tercera prueba puntuable para el Mundial de la
especialidad, mientras que el madrileño hizo lo propio en otras
seis.
El único rival que se mantuvo al mismo nivel que los pilotos de
Mitsubishi y Ford fue el finlandés Harri Rovanpera (Peugeot 206
WRC), pero una rotura en el radiador de su coche en el decimotercer
tramo cronometrado dejó el camino expedito para sus dos rivales
directos en la clasificación mundial en la que, hasta ayer, los
tres se encontraban empatados en la primera posición con 10
puntos.
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