El colectivo arbitral anda revuelto por el comunicado emitido la pasada semana por los clubes de baloncesto Puig d'en Valls, Tanit, Ses Salines y Sa Graduada. El malestar es palpable ya que, según confirmaron fuentes de la delegación del Comité de Àrbitros, «lo que los clubes dicen no es cierto». En el citado comunicado, los clubes aseguran que adelantan el dinero correspondiente a los arbitrajes escolares ya que la Consellería se mantiene a la espera de las ayudas del Govern para cumplir con el convenio suscrito con la federación al respecto. Además, de recordar que se hacen cargo de los arbitrajes de las categorías alevín y benjamín.

En la delegación pitiusa de la Federación Balear de baloncesto, el Comité de Àrbitros ha decidido zanjar este tema convocando una reunión para que los clubes planteen sus quejas abiertamente ante el delegado insular del Comité de Àrbitros, Anotnio Marí, que a juicio de Miguel Tomás, es el que tiene que atender sus protestas. Precisamente, este fin de semana, Miguel Tomás anunció que a lo largo de esta semana podría tener lugar la citada reunión. El delegado del Comité de Àrbitros es Antonio Marí, con quien esta redacción trató ayer de ponerse en contacto, sin éxito.

Fuentes de la delegación insular aseguraron que los clubs «están mintiendo». Sin embargo, desde las entidades deportivas ayer se insistía en criticar la situación en la que se encuentra el arbitraje en Eivissa. El delegado insular de la Federación criticó duramente el pasado fin de semana la actitud de los clubs emisores que tachó de «rabieta». Además, agregó que «las deudas federativas a las que aluden son las ayudas del Govern balear que se han retrasado» y les acusó de «tergiversar la realidad».