ISIDORO SANTOS (EFE)
El tenis español perdió una de sus mejores opciones de medalla en los Juegos Olímpicos de Sydney con la inesperada eliminación en la segunda ronda de Conchita Martínez, cuarta cabeza de serie, ante la eslovaca Karina Habsudova, una jugadora que está situada en el puesto 106 de la clasificación mundial. Arantxa Sánchez Vicario y Juan Carlos Ferrero sí cumplieron hoy los pronósticos y ya han alcanzado los octavos de final de la competición.

Para Habsudova sólo era un sueño la posibilidad de vencer a Conchita, sobre todo después de un primer set en el que la jugadora de Monzón dio toda una exhibición de juego y se lo adjudicó con claridad (6-1), pero al final pudo convertirlo en realidad. La eslovaca ganó la segunda manga por 6-0 y la tercera, por 6-4, algo difícil de creer para cualquiera que hubiera visto el arranque de partido de la española.

Arantxa Sánchez Vicario, quinta favorita, no falló. Venció con autoridad a la austriaca Patricia Wartusch, por 6-2 y 6-4, y en octavos de final tendrá como rival a la colombiana Fabiola Zuluaga, que en primera ronda eliminó a la francesa Amelie Mauresmo, novena cabeza de serie, y hoy dejó en la cuneta a la belga Els Callens (6-3 y 6-2). La barcelonesa, medalla de plata en los Juegos de Atlanta'96, demostró su enorme superioridad sobre Wartusch, número 69 del mundo, a la que nunca se había enfrentado, y se hizo con la victoria en 62 minutos de juego.

Arantxa parece que está en un excelente momento de forma. Ésa es una buena noticia para el tenis español. La mala, que previsiblemente tendrá que enfrentarse en cuartos de final a la estadounidense Venus Williams, una jugadora que parece imbatible desde hace tiempo y que está en un gran momento.