Mar Sánchez en el momento de superar el listón situado a 4.05 metros de altura en el concurso del domingo. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

MARCO TORRES El atletismo pitiuso hizo historia este pasado fin de semana, cuando las vallas y la pértiga nacionales saborearon la sal de un aire fresco procedente de las islas. Un oro y una plata, preciados metales, simbolizan lo logrado por dos de los atletas que Eivissa y Formentera tenía en el histórico estadio olímpico de Montjuïc.

Por primera vez hubo cuatro atletas en un Campeonato de España absoluto, ya que a los presentes en otras ediciones, Mar Sánchez y Mario Avellaneda, se sumaron dos vallistas, disciplina en la que el genio atlético de las Pitiüses tendrá mucho que decir en los próximos años.

Mar Sánchez volvió a ser campeona de España, con la misma autoridad que en ocasiones anteriores, aunque con mucha menos oposición. La malagueña Dana Cervantes aún no ha logrado volver a los niveles en los que estaba al frente de la pértiga española, codo con codo con la ibicenca Sánchez. Mario Avellaneda, el otro veterano en esta competición, volvió a estar en su papel, el de cumplir con su obligación y buscar el mejor rendimiento posible en una prueba que no es la suya. Al final fue noveno y aunque no rebajó su mejor marca, este fue su mejor resultado en un nacional absoluto.

Felipe Vivancos era del que más se esperaba de los dos debutantes. Venía de ganar con autoridad el Campeonato de España promesa, donde nadie le pudo rechistar, y no sólo se coló en la final con solvencia, sino que a punto estuvo de darle un susto importante a todos los favoritos en la lucha por la medalla de oro. Finalmente, logró la plata, algo más de lo que se esperaba, en una final atípica, marcada por la excesiva tensión y en la que el ibicenco demostró que es un gran competidor. La participación ibicenca la completó el juvenil José A. López Serra, que atenazado por los nervios no pudo cumplir su objetivo. No obstante la experiencia fue muy positiva para él.