EFE - CÓRDOBA
Como estaba previsto, esta primera jornada en línea, prácticamente llana, era propicia para las escaramuzas y los intentos de fuga de los grandes rodadores y los modestos del pelotón que no tienen nada por lo que luchar en la clasificación general y aspiran a un triunfo de etapa.

Casi desde el principio de la misma se produjeron los tirones que buscaban abrir un hueco, clásicos como Eleuterio Anguita (Jazztel Costas Almería) lo intentaron rápido, pero no fue hasta el kilómetro diez cuando se produjo la intentona buena de la jornada, la del manchego Andrés Bermejo. El corredor de Ciudad Real se fue con fuerza y consiguió en muy poco tiempo una ventaja importante, que llegó a tener una máxima superior a los 12 minutos, pero los equipos con intereses en las llegadas masivas, casi todos los italianos, comenzaron a tirar para neutralizar al fugado.

Para ello no tuvieron ninguna ayuda de las escuadras españolas, que daban por buena la escapada de Bermejo. Pero el ciclista del Relax Fuenlabrada no pudo aguantar el ritmo y a escasamente 15 kilómetros de la línea de llegada se vio superado por el pelotón y se hundió en las últimas posiciones de la misma al entrar en línea de meta. El esfuerzo de Andrés Bermejo en un día de fuerte calor fue muy grande y lo pagó en los kilómetros finales, mientras que los equipos italianos comenzaban a tirar para situar a sus corredores en posiciones óptimas para disputar el esprint, encabezados por Mario Cipollini (Saeco), pero todos ellos se vieron sorprendidos por la contundente pedalada del cántabro Óscar Freire.