Barcelona y Real Madrid llegan al choque definitivo con una sola
intención: conseguir un título que apaciguaría el balance de su
temporada. Olvidado ya el fiasco de la Final Four de Salónica, el
conjunto de Aíto García Reneses buscará conseguir una victoria que
afiance el proyecto azulgrana tras la reestructuración de la
plantilla por parte del técnico madrileño, donde Djordjevic y
Esteller dejaron su lugar a Goldwire y Digbeu, entre otros.
La historia será el gran aliado del equipo catalán. Nunca el
Barcelona perdió el quinto y decisivo encuentro jugando de local en
el Palau Blaugrana. El Real Madrid ya conoce qué es perder el
último partido frente al Barça. En la temporada 1987/88, los
azulgrana se impusieron por un contundente 93-79. Un año después,
otra vez, los de Aíto vencieron en el quinto encuentro al conjunto
blanco, y el último precedente fue en la campaña 1994/95 cuando el
Barcelona ganó al Unicaja 73-64.
Aíto intentará que su equipo sea el del segundo y cuarto partido
de esta eliminatoria. Intensidad defensiva y acierto en el tiro
(triples y tiros libres) fueron las claves para conquistar la
victoria en estos encuentros, que junto al poderío bajo los
tableros de Roberto Dueñas volverán a ser los puntos fuertes que
esgrimirá el Barcelona para conquistar el título. Incluso el
rebote, ganado por los madridistas en el cuarto partido, no fue el
punto desequilibrante en el último partido disputado en el Raimundo
Saporta.
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