FELIPE RECUERO (EFE)
El italiano Enrico Cassani, del equipo Polti, ha estrenado su palmarés profesional, al imponerse en la duodécima etapa del Giro, previa a una de las jornadas claves de la carrera que transcurrirá por carreteras de los alpes dolomitas. Los 184 kilómetros entre la localidad adriática de Bibione y la de Feltre, a puertas del Parque Natural de Los Dolomitas, fueron de tanteo entre los Tonkov, Gotti, Casandra, Di Luca y compañía, pues no dudaron en imponer de salida un fuerte ritmo para impresionar a sus más directos rivales e intentar bloquear la etapa.

Una táctica que les dio resultados y que estuvo acompañada por un viento favorable que les hizo volar más que correr al principio -una media de 50 kilómetros por hora-, pues se formó una escapada en la que había corredores de prácticamente todos los equipos y ninguno de ellos peligroso en la general. Con un ritmo endiablado se fueron consumiendo los kilómetros, pues en el grupo de escapados no funcionaban los relevos y se movía por impulsos, por los continuos tirones.

Ese ritmo de vértigo obligo al pelotón a avivar el ritmo de caza, especialmente por parte del equipo del líder Caldirola, pues la escapada podía ser más peligrosa de lo que en un principio parecía. La jornada se convirtió en el tramo final en una especie de prueba de persecución olímpica, pues los escapados hacían la guerra por su cuenta y en el grupo principal nadie quería perder comba, pues el final era muy peligroso, con el alto de Lasta, puntuable de segunda categoría y cuya cima se encontraba a tan sólo 15 kilómetros de la línea de meta.