Atlético de Madrid y Espanyol de Barcelona disputarán (21 h.) una final de Copa del Rey inédita, la última del siglo XX, eclipsada por el descenso del Atlético de Madrid a Segunda División, pero con el aliciente de ver al Espanyol tratar de ganar el trofeo en el año de su centenario. A pesar del diferente estado de ánimo de uno y otro equipo, las fuerzas se presentan equilibradas y el partido no cuenta con un claro favorito, ya que el mejor momento del Espanyol, encuentra su contrapunto con la mayor experiencia atlética en esta competición.

El Atlético de Madrid estuvo en la final del pasado año en Sevilla, aunque no consiguió la victoria, mientras que el Espanyol lleva 43 año sin disputar este encuentro, puesto que su última final se remonta a 1957. A la final de este año llega el Espanyol en un mejor momento que el Atlético de Madrid, ya que el equipo catalán ha resuelto la Liga sin problemas, mientras que el equipo madrileño ha vivido la situación más dramática de toda su historia al haber descendido de categoría.

El conjunto atlético afronta su segunda final de Copa consecutiva con espíritu revanchista por la derrota del año pasado frente al Valencia y con la herida del descenso a segunda todavía sin cicatrizar, aunque la llegada de Fernando Zambrano al banquillo ha insuflado un aire de esperanza tras su debut con victoria en Mallorca.