EUROPA PRESS - Sao Paulo
Michael Schumacher, piloto alemán de la escudería Ferrari, logró ayer en el Gran Premio de Brasil su segunda victoria consecutiva en el campeonato del mundo de Fórmula Uno en las dos pruebas disputadas hasta ahora, convirtiéndose así en el absoluto dominador del mundial.

Tras las dos primeras pruebas, Schumacher cuenta con 20 puntos, 14 más que su compañero Barrichello y que el tercer clasificado, el escocés David Coulthard. El actual campeón del mundo, Mika Hakkinen, tampoco acabó en Interlagos, con lo que aún no ha estrenado su casillero de puntos.

El alemán, que como ya ocurriera en Australia se mantuvo a la sombra de los McLaren en los entrenamientos, salió dispuesto a lograr la victoria desde el inicio. De hecho, tomó la cabeza en el primer giro y sólo cedió la plaza de privilegio en las dos ocasiones en las que entró a boxes para repostar.

De nuevo el equipo Ferrari dio una lección de estrategia al apostar por dos paradas en las 71 vueltas de que constaba la prueba. Schumacher pudo así abrir diferencias en el inicio de la carrera, al salir con el Ferrari más ligero por la menor carga de carburante. Igualmente Barrichello, el ídolo local, rodó muy rápido en el inicio, pero tuvo la mala suerte de sufrir un problema mecánico cuando ya había superado a Hakkinen. Si la mecánica del brasileño hubiera aguantado, a buen seguro que se hubiera repetido el doblete de Australia.

Con Hakkinen fuera de la prueba, la lucha se limitaba a Schumacher y Coulthard, aunque el alemán gozaba de suficiente distancia como para, incluso, hacer una segunda parada y conservar la mecánica en las últimas vueltas para asegurar la victoria, la que hace el número 37 en su carrera y la 137 en la historia de Ferrari.

Por detrás, el podio se completó con la presencia del Benetton Supertec del italiano Giancarlo Fisichella, que se clasificó por delante de Heinz Harald Frentzen. El alemán de Jordan peleó hasta el final por conseguir el tercer escalón, una plaza que llegó a ocupar durante varias vueltas el Arrows de Jos Verstappen.

Los españoles no estuvieron en ningún momento en la pelea por los puntos. Pedro Martínez de la Rosa llegó a ocupar la séptima plaza en medio del baile de repostajes, aunque finalmente tuvo que conformarse con la novena posición. A pesar de ello, los tiempos del catalán en carrera fueron parejos a los de los Williams y Benetton. Sin duda el retrasado puesto en la parrilla fue un hándicap insalvable para De la Rosa, que además se salió en la vuelta 55, aunque pudo volver a pista.

Marc Gené no tuvo tanta suerte, ya que su Minardi se paró en la vuelta 32 y le impidió concluir la prueba, algo que, como en Australia, sí consiguió su compañero de equipo, el argentino Gaston Mazzacane.