El centrocampista de la Peña Toño fue uno de los destacados en el partido de ayer contre el Binissalem. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

2 SANTA EULÀLIA: Vicente (2), Cruz (1), Daroca (1), Toni (2), Aljama (1), Esteban (1), Alberto (1), Toño (3), Iván (2), David (1) y Jorge (1).
Cambios: Carlos (2) por Esteban, Emilio (1) por Alberto y Alex (1) por Cruz.
0 BINISSALEM: Mora (1), Juanma (1), Campos (1), Pol (1), Ferrer (1), Tovar (1), Hurtado (1), Sergio (1), Cristian (1), Llabrés (1) y Vallés (1).
Cambios: Mañas (1) por Llabrés y Dani (1) por Vallés.
ÀRBITRO: De La Cámara (2). Mostró la cartulina amarilla a los locales Cruz, Daroca, David y Àlex. Por parte del conjunto visitante vio la amarilla Campos. Además expulsó por doble amonestación al visitante Ferrer (minuto 75).
GOLES:
Minuto 53, Toño, 1-0.
Minuto 89, Iván, 2-0.
LO MEJOR: Toño
LO PEOR: La primera parte

XAVI OLTRA
Operación rentable la que realizó ayer la Peña Deportiva con respecto a su lucha personal por meterse en el play off de ascenso. Los ibicencos vencieron 2-0 al Binissalem en una gris primera parte y gracias al buen hacer de un hombre que lee el fútbol como pocos en Tercera: el centrocampista Toño. Los de Santa Eulària son ahora terceros en la tabla, tras la derrota del Sporting Mahonés ante el Alaior, y tras la suspensión del Manacor-Génova.

Es por ello que la victoria, aunque no excesivamente brillante, puede dar alas a los de Ortiz y Oliver si recuperan a los numerosos lesionados que tienen. La primera parte del encuentro fue lo peor. Juego aburrido, insulso, en el que imperó el excesivo respeto y temor entre ambos rivales. Los locales, que dispusieron un once de circunstancias debido a las bajas, fueron perdiendo poder en el centro del campo y el Binissalem ejerció y ligero dominio en la última media hora.

A los 20 minutos Cristian empalmó una ocasión clara pero una mano de Vicente "acertado ayer" sacó el balón. Por parte local, Iván cabeceó un centro en el área chica pero sin consecuencias. Esto, desgraciadamente, fue lo mejor del primer periodo. Tras el descanso, la historia cambió por completo. Cruz salió al campo avisando con un duro disparo desde muy lejos. A los ocho minutos, llegó el tempranero y decisivo gol del partido.

Toño, en estado de gracia, marcó desde fuera del área, a unos 20 metros, gracias a un fenomenal chut con la zurda que entró ajustadamente por la derecha de Mora (1-0). La belleza del tanto dejó helado al equipo mallorquín. A partir de ahí no hubo color. Lo que sí que hubo es un hombre en el centro del campo que hizo y deshizo a su antojo con excelente criterio a la hora de mover el balón. Toño aprovechó a la perfección los espacios y que los visitantes adelantaron líneas descaradamente. El resultado fue inumerables pases en profundidad de gol que sus compañeros no supieron culminar.