Salvatore Coniglione explicó ayer sus proyectos de futuro para el Eivissa.

El CE Eivissa sigue en una situación de provisionalidad total en la que Salvatore Coniglione, única cabeza visible de la gestora oficiosa que dirige el club, busca ayudas para llevar a cabo su proyecto. Coniglione necesita recaudar hoy las 260.000 pesetas que cuesta el desplazamiento del equipo el domingo (16h) a Son Ferriol.

«Estoy buscando el dinero para ir el domingo a Ferriolense. Estoy seguro que lo conseguiremos a través de los socios. Mañana (hoy para el lector) lo tendremos», comenta Coniglione, que ha realizado contactos estos días para recaudar una semana más el dinero que necesita el Eivissa para acometer los desplazamientos. Uno de estos contactos fue el miércoles con la Peña Deportiva, que a través de su presidente se ofreció en enero a costear el primer viaje del año, a Mahón. José Ramon Marí, presidente del club de Santa Eulària no ha accedido ya que ésta fue una propuesta inicial para dar tiempo al club a organizarse.

Coniglione podría ser la semana próxima el nuevo presidente de la entidad, que ahora preside Vicente Segovia, si ambas partes llegan a un acuerdo para el traspaso de poderes y se convoca una Asamblea. «Tengo los números de gastos e ingresos del club que nos dió Segovia y los estamos estudiando. De momento no hay ninguna novedad», afirma Coniglione. «He estudiado como es el club. Sé que no tiene dinero y que siempre ha dependido económicamente de una persona», explica el directivo, en referencia a la etapa Roig-Segovia. «Para mí esta no es la forma. Quiero conseguir dinero a través de la estancia de equipos europeos en la isla y la disputa de partidos amistosos», asegura Coniglione, que se ha puesto en contacto con el Bradford City de la Premier League, que tiene interés de jugar en mayo en Eivissa. «Hay que concretar condiciones», apunta.

Este italiano afincado en la isla desde hace unos dos años cree que los acontecimientos de los últimos meses han desencantado a la afición: «Pienso que la gente, con todos los cambios que ha habido, no confía ahora en el fútbol. Ha dado la espalda. Con mi proyecto serio espero que cambien la mentalidad». «Para llevar a cabo mi proyecto, ahora el club está muerto. El club debe funcionar para poder organizar partidos amistosos», subraya. «Mi idea no es ser presidente. Estoy trabajando con ex directivos, pero ninguno de ellos quiere ser presidente y por eso lo asumo», añade.