Ana Juan, con el balón, ante Marina Natera en una imagen que este año se repetirá en el derbi Puig d'en Valls-San Antonio.

MARCO TORRES Este fin de semana arranca otra competición. Se juega en equipo, con balón y con la mano. La Segunda División balear de balonmano arranca este sábado con la disputa de los primeros partidos de una liga autonómica que en el 2000 cumple su segundo año.

Cuatro equipos pitiusos, pertenecientes a tres clubs, forman parte de la citada liga: tres en categoría femenina y uno en masculina. Los clubs que este año participan en la competición son, por lo que se refiere a la liga femenina: el Puig d'en Valls-Santa Eulària, actual campeón y por tanto defensor del título balear; Santa Eulària HC, equipo modesto que afronta el año con expectación, y el CB San Antonio, tercer clasificado la pasada campaña y que para el 2000 pretende la victoria. En la liga masculina milita el conjunto de esta categoría perteneciente al CB San Antonio, que también fue tercero en el 99 y que este año espera más.

Los tres clubs ven con esperanzas esta segunda temporada y concretamente Puig d'en Valls y San Antonio se han reforzado mucho. Pedro Menchacatorre, entrenador del Puig d'en Valls asegura: «Nuestro objetivo es ganar, defender el título logrado el año pasado».

Para ello hay nuevos fichajes, un bloque de jugadoras que se conocen y la vuelta de Ruth Ripoll, tras su paso durante una temporada por el CJ Leganés de División de Honor femenina. Por su parte, Jutta Uhl, delegada del San Antonio espera que en el 2000 tanto el equipo femenino como el masculino mejoren el tercer puesto del 99. «Las chicas lo tienen mejor este año, mientras que los chicos tienen nuevos jugadores con experiencia. Nuestro objetivo es ganar».