EFE - CROACIA
28 FRANCIA: Gaudin; Gille (4), Golic (2), Richardson (6), Wiltberger (3), Joulin (2'1p), Cazal (8) -equipo inicial- Dinart, Burdet (2), Martini (ps), Girault, Puigsegur (1).
22 ESPAÑA: Barrufet, Masip (9'6p), Urdangarín (1), Olalla (1), Chepkin (1), Guijosa (3'2p), Carlos Ortega -equipo inicial- Lozano (4), Juancho, Entrerríos (2), Núñez (ps), Ugalde (1).
PARCIALES: 3-1, 6-3, 9-4, 11-6, 14-10, 16-13 (descanso), 20-14, 20-15, 21-16, 22-19, 25-20, 28-22 (final).
ARBITRO: Hansson y Olsson (Suecia). Excluyeron a Dinart, Wiltberger (2), Cazal, Gille, Entrerríos, Urdangarín y Olalla.
España se complicó la clasificación para semifinales tras perder con Francia por 28-22, diferencia que obliga al equipo español a vencer a Alemania en la última jornada y a esperar otros resultados. El conjunto español naufragó por completo. La motivación y disposición en la cancha de los franceses fue mayor y el triunfo es inapelable. De rozar la seguridad en la clasificación para semifinales, España debe ahora sufrir. Una canción del pasado que ahora vuelve por culpa, otra vez, de los franceses.

El partido, que era trascendental, tuvo malos presagios. Cuatro horas antes del choque los franceses se reunían de forma distendida en torno a la barra de la cafetería del hotel. Entre cigarro y cigarro, Richardson y los suyos reían y contaban chistes. Los españoles se escondían en sus habitaciones.

Otro presagio: Talant Dujshebaev era baja con 38 grados de fiebre y Jaume Fort, imprescindible en las reuniones de vestuario antes y después de los partidos, se marchó a Barcelona por la delicada salud de su padre.