FELIPE RECUERO - MADRID
La próxima edición de la Vuelta a España, cuyo recorrido oficial fue dado a conocer ayer, en un acto celebrado en el recinto ferial Juan Carlos I de la capital española, sigue apostando por la montaña en un trazado que los especialistas han considerado como explosivo. El comienzo de la quincuagésima quinta edición será en Málaga, el 26 de agosto, y terminará en Madrid, con una contrarreloj individual de 36 kilómetros, el 17 de septiembre. La carrera contará aproximadamente con 2.933 kilómetros repartidos en 21 etapas de las cuales 8 serán llanas, 5 en alto, otras tantas catalogadas de media montaña y 3 contrarreloj individual que totalizan 86 kilómetros.

Combina perfectamente las cronometradas con el llano, pero la alta montaña esta más repartida lo que va a obligar a los corredores que salgan con la intención de estar en el podio a dosificar y guardar fuerzas para los últimos 36 kilómetros que, en esta ocasión, se disputarán bajo la modalidad de contrarreloj individual.

En el capítulo de innovaciones, hay que destacar los dos días de descanso prácticamente seguidos a mitad de carrera, algo que ha sorprendido a la totalidad de los asistentes y que los organizadores lo justifican diciendo que el ciclismo moderno lo exige.