El vencedor de la Cursa de s'Indiot posa con el trofeo de la carrera en la meta instalada en Vara de Rey. FOTO: M.T.

MARCO TORRES Con la habitual presencia de aficionados al mundo del ciclismo y, a pesar de la lluvia, se dio cita ayer en Vara de Rey y la avenida Santa Eulària un nutrido pelotón de ciclistas, unos más aficionados que otros para disputar un año más la Cursa de s'Indiot. La inscripción ascendió a 800 ciclistas, mientras que fueron 600 los que finalmente participaron. En esta edición de la carrera del pavo, ganó David Checa, en un peligroso esprint, al frente de un pelotón que imprimió un ritmo altísimo a la prueba a pesar del agua y las múltiples caídas.

De hecho, Checa paró el crono en 1h02'05'' menos de un minuto por encima del tiempo que acreditó el vencedor del año pasado, Martial Menage, con 1h01'44'' y que consiguió también al esprint en un día soleado perfecto para la práctica del ciclismo. Ayer la lluvia hizo su aparición nada más darse la salida y cayó con fuerza durante toda la carrera.

Con este panorama, el pelotón se mantuvo unido hasta llegar a Santa Eulària y, aunque si hubo algunos escarceos de camino, la verdadera lucha no se desató hasta pasar por el puente de sobre el río de Santa Eulària. A la entrada del puente se produjo la primera caída y a la salida del mismo la segunda, en la que se vio involucrado Gerard, un participante de categoría máster que tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta el hospital de Can Misses, aquejado de un fuerte golpe en la cadera. El herido pasó por el quirófano nada más llegar al centro hospitalario en el que se encuentra fuera de peligro y recuperándose de sus heridas.

Fueron, precisamente, las caídas las que produjeron un corte en el pelotón, circunstancia que aprovechó un grupo de unas 17 unidades para escaparse e iniciar su aventura en solitario. En él viajaban los favoritos, como Vicente Yern, los júnior Carlos Tur y Ezequiel Jiménez, el que a la postre sería el vencedor, David Checa, el veterano Andoni Valencia y otros. este grupo se mantuvo unido hasta que en un repecho a la altura de Ca na Pepeta los dos júniors, Tur y Jiménez, se escaparon dejando a los demás atrás.

Dado que Vicente Yern no decidió saltar en persecución de los escapados los demás hicieron lo mismo, de forma que Jiménez y Tur disfrutaron de su libertad hasta que a la altura de Ca na Negreta, ya a pocos kilómetros de la meta, fueron absorbidos por un pelotón que se preparaba para disputar el esprint en el que se impuso Checa.