Freire, un auténtico desconocido para los grandes «clasicómanos»
demostró una astucia de campeón, pues no esperó a los metros
finales para lanzar el sprint. Arrancó desde muy lejos y dejó con
un palmo de narices a los especialistas, especialmente al belga
Frank Vandenbroucke, al suizo Oscar Camenzind, que defendía el
título y al alemán Jan Ullrich entre otros.
Tras él cruzaron la línea de meta el suizo Markus Zberg y el
francés Jean Cyril Robin que se llevaron, respectivamente, la plata
y el bronce.
Freire remató con éxito la táctica del equipo español que, por
primera vez en los últimos años no partía como favorita para el
triunfo debido a las numerosas bajas. Olano, Heras, Jiménez, Aitor
Osa, Igor González de Galdeano y Mikel Zarrabeitia entre otros.
La prueba, al contrario que en los últimos mundiales, se inició
con más tranquilidad de lo esperado. Curiosamente el equipo
nacional alemán, comandado por el todopoderoso Jan Ullrich, fue el
que marcó el ritmo en los primeros kilómetros, algo que despistó a
sus rivales. Esa situación venía de perlas a un buen número de
selecciones, entre ellas a España, pues iban quemando kilómetros
sin malgastar fuerzas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.