JOSE ANTONIO DIEGO
Michael Johnson acabó en 43.18 segundos con el récord mundial de 400 metros que su compatriota Harry Butch Reynolds había conservado desde hace once años, cuando el 17 de agosto de 1988 dio la vuelta a la pista en el estadio Letzigrund de Zúrich en 43.29.

La final de los Campeonatos del Mundo de Sevilla fue un asalto brutal de Michael Johnson al récord mundial en presencia de siete atletas que tuvieron el honor de acompañar al «molinillo» texano en ocasión tan señalada. El brasileño Sanderlei Parrela y el mexicano Alejandro Cárdenas subieron con él al podio. Johnson, que barruntaba el récord mundial desde hace varios días se fue con obstinación a su caza y, sin reparar en las evoluciones de sus adversarios, enfiló la recta de meta con su particular estilo. Los espectadores presentes en el estadio de La Cartuja presintieron la plusmarca y al final de la carrera tuvieron la impresión de que en las piernas de Michael Johnson hay un registro mucho más bajo que el de ayer. Johnson, campeón de 200 y 400 en Atlanta y campeón mundial por cuarta vez consecutiva, ha igualado con este octavo título al legendario Carl Lewis en la lista de atletas con más oros.