El ariete José Luis intenta zafarse del central de la Peña Toni en un lance del encuentro disputado ayer en Can Misses. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

FRANCISCO NATERA Y ya van dos. El CE Eivissa, un bloque humilde y trabajador, hizo doblar la rodilla por segunda vez consecutiva en la tarde-noche de ayer a su eterno rival, la Peña Deportiva, un equipo plagado de «estrellas» que, aunque sea demasiado pronto para valorar su juego, tendrá que mejorar muchos aspectos de éste si quiere empezar la Liga con un mínimo de opciones.

Fue el bloque que dirige el tándem Ortiz y Oliver quien llevara la batuta del juego, una circunstancia que no sirve de nada en fútbol si no se es efectivo de cara a puerta. Y no es que los de Santa Eulària no probaran suerte, sino que su hombre gol, Iván Ballón -bautizado ya en Santa Eulària como Anelka-, anduvo con la pólvora mojada.

También andaron con el punto de mira desajustado Emilio y Daroca. Sin embargo, fue el carismático Jorge, que se estrenó como goleador, fue el encargado de maquillar el monótono juego de su equipo (m. 60). Por su parte, el equipo rojillo, encontró en el contragolpe su mejor arma. No habían pasado ni cuatro minutos cuando Rubén Canedo inauguraría el marcador tras un preciso centro de falta de Aguilera. Con este marcador se llegó al fin del primer acto. En la reanudación, los de Can Misses, excelentes en la cobertura, tuvieron en Julián Marcos el revulsivo que echaron de menos en los primeros 45 minutos. Juanma, tras asistencia del 8 bermellón, y Juan Pedro, desde 35 metros, sentenciaran el choque (m. 62 y 69).