Kelme, Banesto, Vitalicio y Once-Deutsche Bank, las cuatro escuadras españolas, fueron las que más han movido el Tour de Francia, especialmente la escuadra alicantina, que se ha llevado el tercer puesto en el podio y una etapa, la de Piau Engaly, con Fernando Escartín como principal protagonista. Todos tienen motivos para marcharse satisfechos a España.

Banesto se lleva la clasificación general por equipos y el segundo puesto de Alex Zuelle en el podio de París. Once-Deutsche Bank tiene los dos triunfos de etapa de David Etxebarría y Vitalicio el quinto puesto en la general de Àngel Luis Casero.

Escartín es el gran triunfador de los españoles en el Tour de Francia. El corredor de Biescas rompió con su pasado y cambió su forma de plantear una gran carrera. Se lanzó al ataque tanto en los Alpes como en los Pirineos y revolucionó la carrera en la etapa de Piau Engaly, que se adjudicó después de una jornada excepcional y difícil de olvidar para el ciclista aragonés. Escartín hizo vibrar a la afición en los Pirineos y fue el principal protagonista de la etapa más bonita y emocionante que se ha podio vivir en el Tour de Francia. El trabajo y la casta de campeón tuvo su recompensa con el tercer puesto final en París.

La gran sorpresa positiva la representó Àngel Casero. El de Vitalicio concluyó el Tour con el quinto puesto final y el segundo mejor español tras Escartín. Casero fue de menos a más y tras una semana floja en los Alpes se encontró a sí mismo en los Pirineos para rematar un excelente Tour con una gran contrarreloj en Futuroscope.

Las dos victorias de etapa de David Etxebarría marcaron un hito histórico en el ciclismo español, pues hacía cinco años que ningún corredor español lograba una victoria en línea después de que en 1994 lo hiciese Francisco Cabello, en la etapa inglesa que concluyó en la localidad de Brighton. Etxebarría ha quedado, además, en un meritorio duodécimo puesto en la clasificación general final.

Abraham Olano es el que no estuvo a la altura esperada. El corredor del Once-Deutsche Bank se ha quedado en un discreto sexto puesto, muy lejos de las aspiraciones iniciales que tenía el corredor de San Sebastián. Olano no estuvo bien en la primera contrarreloj de Metz, donde sucumbió ante Lance Armstrong, y se hundió en el paso por los Alpes y los Pirineos. Es uno de los pocos lunares en una actuación española en general muy destacada.