La novena etapa del Tour de Francia, que partirá de Grand Bornand y
llegará a Sestriere (213'5 kms), es la primera de montaña de la
carrera y con final en alto, por lo que estará en juego la defensa
del liderato y será el momento de observar a los escaladores.
Después de la contrarreloj del domingo en Metz, el nuevo líder,
el norteamericano Lance Amstrong, deberá realizar la primera
defensa del amarillo en un terreno durísimo.
La etapa tiene seis puertos de montaña, dos de ellos en su tramo
inicial, de tercera y segunda categoría. En la última parte de la
jornada es cuando llega lo más duro, con el Alto de Telegraphe, de
primera categoría, el de Galibier, de categoría especial, el de
Montgenevre, de segunda, y el final en el alto de Sestrieres, en
Italia.
Será pues una gran prueba de fuego para el pelotón, una vez
superada la primera semana de aburridas etapas llanas. Es la
ocasión para que corredores como Fernando Escartín intenten ser
protagonistas.
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