Imagen de archivo del concejal de Vila en la oposición Marc Costa, perteneciente al grupo PSOE-Pacte.

El concejal del Ayuntamiento de Vila en la oposición Marc Costa (PSOE-Pacte) optó ayer por evitarse el ‘paseíllo' ante las cámaras de los medios de comunicación que le esperaban en la puertas de los Juzgados, donde ayer, en ausencia pero representado por su abogada, fue juzgado por una presunta falta de desconsideración hacia la autoridad. Sí acudieron al juicio dos de los agentes de la Guardia Civil que denunciaron al concejal.

El caso deriva de lo ocurrido en la avenida Doctor Fleming de Sant Antoni el 12 de septiembre sobre las cinco de la madrugada. Según dijeron ayer en el juicio los agentes de la Guardia Civil, dieron el alto al coche en el que estaba, primero parado y después circulando, el concejal y cuatro amigos. Junto a los agentes que dieron el alto al coche había un equipo de televisión del programa Conexión Samantha, de Cuatro. Según la Guardia Civil, Costa se negaba a salir del coche aduciendo que estaba rota la puerta del copiloto, donde él viajaba. Costa, que «iba bastante bebido», según la Guardia Civil, salió finalmente del coche por otra puerta y se indignó por la presencia de las cámaras de televisión.

Por este motivo comenzó una discusión durante la cual, según la Guardia Civil, Costa dijo: «Qué coño os habéis creído, yo soy concejal y portavoz del Ayuntamiento de Eivissa y se os caer el pelo, os voy a meter un puro que os vais a cagar, estáis haciendo el puto ridículo, aquí van a rodar cabezas».

Los agentes, según la versión de estos, le pidieron que se calmara y que colaborara durante «escasos minutos», pero él, siempre según la denuncia, respondió: «Haced lo que queráis, lo que hagáis me lo paso por los cojones, imbéciles, que sois unos imbéciles, que yo soy el Estado igual que vosotros, fantasmas, que sois unos fantasmas, ésta es mi casa y no soy un puto guiri». Ayer en el juicio, los agentes ratificaron esta versión.

Las explicaciones

La abogada de Costa, Ascensión Joaniquet, hizo notar como una contradicción que, en el atestado inicial, los agentes no consignaron el hecho de que Costa, en un principio, no quería salir del coche, algo que sí explicaron ayer ante el juez Santiago Pinsach, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa.

Tras escuchar a los agentes, la abogada pidió que la secretaria judicial leyera la declaración que, por escrito, realizó Marc Costa.

En ella se denunciaba la «falta de motivación de los agentes para darles el alto» y el hecho de que en ningún momento les pidieron permiso para grabar». Por todo esto, el concejal se sintió «agredido» en su «honor». Costa negó que amenazara a los agentes con «meterles un puro». Tras escuchar a las partes, el ministerio público pidió una multa de 60 días a quince euros diarios por la presunta comisión de una falta de desconsideración hacia la autoridad, lo que hace un total de 900 euros. La defensa pidió la absolución y que, en caso de que el juez observara que Costa es culpable, que la multa impuesta sea inferior, en concreto de 60 días a tres euros, es decir, 180.