En la segunda parte de una entrevista en El Correo Gallego, Barterra, periodista de profesión, cuenta que hasta que se levante el secreto de sumario desconoce qué pruebas existen contra él, lamenta que «para colmo» la reserva sobre las actuaciones puede prolongarse más de un mes e indica que, en el caso de Rosario Porto, los indicios comprometedores contra ella «quizás no lo sean tanto».
«Sólo puedo decir -afirma- que confío en su inocencia, que deseo con todas mis fuerzas que pueda salir bien de este embrollo y que, pese a no ser religioso, pido a diario que sea así», cuenta al periodista que le visitó en el penal coruñés de Teixeiro.
La acusación que pesa sobre Rosario Porto y Alfonso Basterra, los únicos imputados, encarcelados desde el 27 del mes pasado y que han negado los hechos, se ha elevado de homicidio a asesinato y en el endurecimiento de la calificación han pesado las pruebas forenses -sangre, gástricas y de pelo- al revelar que Asunta era sedada con Lorazepam, un ansiolítico cuyo registro más alto corresponde al día 21, jornada en la que murió la pequeña.
Basterra, según informa este diario, habría cursado una petición para ver a Porto en la cárcel, que ella habría negado con un contundente «no lo quiero ver ni en pintura», con la intención de tratar «algunos aspectos» con ella.
A este periódico, en el que ha trabajado, Basterra le cuenta que un día pudo saludar a Porto «a distancia» y que una vez coincidieron y le pudo dar ánimos.
Relación
Recuerda que estuvieron veinte años juntos, y, pese a que se separaron, en los últimos meses se había producido un acercamiento. «Cada uno hacía su vida en pisos separados pero nuestra relación volvía a ser buena. El cariño permanece», afirma.
Así, el pasado verano -afirma- Rosario Porto, abogada que ya no ejercía, estuvo hospitalizada por un «cuadro de estrés brutal» que coincidió con unas obras de reforma en su piso.
«Allí estuvo una semana y yo le hice toda la compañía que pude, hasta dormía en una butaca a su lado», apunta Basterra, y añade que a ella entonces le recetaron Orfidal para que pudiese «descansar bien» una temporada, al tiempo que confiesa desconocer si tomaba algún medicamento de estas características con anterioridad.
También admite que compró él mismo «varias veces» este fármaco, cuyo principio activo es Lorazepam: «ni lo negué ni lo niego. Lo hice con recetas de la Seguridad Social y en una farmacia que tengo cerca de casa».
Volviendo a Asunta y a este tranquilizante, especifica, siempre partiendo de que lo que se cuenta es muy extraño, que si hubiese sido él y su deseo fuese «no dejar rastro», habría ido «a comprarlo a otra ciudad».
De su relación con Asunta, dice que era «fenomenal», que se veían mucho, «siempre que quería» al no haber un régimen de visitas, y que la menor comía muchas veces en su casa. «¿Para quién voy a cocinar yo ahora? Me he quedado solo en el mundo, absolutamente solo», se lamenta Basterra.
Este periódico publica que Alfonso Basterra ayuda en su día a día en esta prisión a otros internos a escribir cartas, después de que un día uno de ellos le pidiese ayuda para redactar una misiva que quería enviar a su novia.
En el caso de Porto, según el mismo medio, al ser letrada colabora con los escritos de sus compañeras de módulo.
Además, participa en tareas de limpieza tras reconocer que nunca «hizo esto» y en algún momento le habría espetado a alguna funcionaria, «yo estoy aquí de paso, no te olvides de quién soy».
Asunta Basterra, de 12 años, fue hallada muerta hace más de un mes en una pista forestal del municipio coruñés de Teo. Su cuerpo sin vida fue localizado por dos viandantes.
4 comentarios
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es normal que no quiera verlo ni en pintura si no le han salido bien los planes, si se habian cansado de ser Pardes y no querian obligacioones haber dado la niña para que se la dieran a otra familia que aunque a lomejor fuera mas humilde por lo menos tendria cariño y respeto, ni los anilamles hacen lo que han hecho estos presonajes.
El orfidal lo compra el padre, la niña normalmente comía con él, la mujer tuvo una depresión, en un careo la mujer le dice que se deje de sus juguetitos, él defiende a la mujer y ella no lo puede ni ver, no sé, aquí hay gato encerrado, este tipo no me gusta.
No creo que confiesen, en este pais ya se a visto como va la justicia... casos como el de la pobre chica Marta del Castillo y el tipo ese que "hizo desaparecer a sus hijos" alegando que los secuestraron el Jose Breton este sirven de base para los malditos degenerados que vienen detras ya sabiendo que quedaran inmunes o con penas ridiculas gracias a burlarse de la justicia ,de verdad que me pregunto cual puede ser la solucion para terminar con estas cosas y no la encuentro los seres humanos ... somos la peor especie que existe. Tenemos un conocimiento superior a cualquier especie animal sin embargo lo ultilizamos como si tuvieramos el peor
Desde luego estos dos son muy raros pero creo que ni él es tan santo ni ella tan mala, pero siguen sin confesar el crimen.