Material decomisado a la banda de rumanos por el Cuerpo Nacional de Policía.

J.J. MONERRI / J. M. ALONSO
Seis meses de cárcel le han caído al rumano Petre Vicol, supuesto cabecilla de una banda especializada en reventar cabinas telefónicas que fue capturado in fraganti en Eivissa en octubre del año pasado. A sus compañeros de fatigas Tapos Cornel, Olvidiu Iliu Moldavan y Crina Emanuela Scripcariu les han caído tres meses, cuatro meses y 15 días, respectivamente.

El día del juicio, celebrado en la ciudad de Eivissa el pasado 4 de marzo, la acusación particular impulsada por Telefónica pidió once meses y 29 días de prisión para el presunto jefe del grupo y seis para el resto. Según la sentencia, dictada el pasado 1 de abril, el jefe de los acusados tiene antecedentes por robo, mientras que en el resto de los condenados se ha tenido en cuenta el atenuante de la confesión.

En la actualidad, Petre Vicol está preso en Mallorca, donde cumple condena por otro delito. La policía sorprendió a Petre y sus colegas cuando estaban intentando desmantelar una cabina en Eivissa. Al parecer, Petre Vicol, al que le cazaron con el cajetín de la cabina telefónica en las manos, es emanitas y los otros tres se encargan de taparlo. Se les intervino un taladro con su batería, 30 brocas, tres ganzúas y una mochila en la que llevaban 400 euros en monedas y cartuchos para almacenarlas.

La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa también ha condenado a estos rumanos a restituir a la Compañía Telefónica, propietaria de las cabinas reventadas, la cantidad a la que asciende la suma de las monedas requisadas a los cuatro acusados.

La sentencia considera los hechos como constitutivos de un delito de robo con fuerza en las cosas en grado de tentativa y basa el castigo más severo para Petre Vicol en el carácter reincidente de esta persona. A los condenados -a excepción de Vicol- se les ha conmutado la pena de prisión, como marca la ley, por multas de 360 euros (Tapos Cornel), 180 (Olvidiu Iliu Moldavan) y 270 (Crina Emanuela Scripcariu). Estos tres no cuentan con antecedentes penales, al menos en este país.