El caso fue visto recientemente por un juzgado de lo Penal de Eivissa.

El acusado, identificado como Sergio Martínez Raya, vecino del municipio Sant Josep y de 51 años, tendrá que devolver con intereses los más de seis millones de pesetas que estafó hace dos años a alemanes residentes en Santa Agnès y Sant Llorenç tras comprometerse con ellos a realizarles la instalación eléctrica de sus viviendas, trabajos que nunca se iniciaron y que incluían la tramitación de los permisos y las obras necesarias.

La responsable de un juzgado de lo Penal de Eivissa le ha impuesto además una pena de prisión de una año y once meses de cárcel por un fraude que se llevó a cabo tras supuestamente hacer alarde ante sus clientes de su «cartera» de contactos tanto en la administración ibicenca como en el Govern, influencias que avalaba presuntamente dándose a conocer fraudulentamente como ex jefe de policía. Todo quedó al descubierto después de que los «clientes» de Martínez Raya se cansaran de ver cómo se iban cumpliendo plazos sin avances en las obras, y encima con nuevos pagos, a la vez que aumentaba el talante esquivo del sospechoso. Los cobros se realizaban para pagar en negro a los trabajadores, así como para sufragar las «gestiones» a las que obligaba la tramitación de permisos.

Uno de estas faenas consistía en la contratación de una cuadrilla para llevar a cabo el soterramiento de los cables, acción no llevada a cabo y por la que se pidieron grandes cantidades. El acusado reconoció ante el juez dedicarse a realizar instalaciones de suministro eléctrico de manera ilegal sin ser electricista ni poseer una empresa para ello. Los denunciantes, por contra, señalaron que creían que todo era legal y que habían contratados sus servicios creyendo que todo iba a ser más rápido por su supuesta eficacia.