La rápìda intervención de los bomberos evitó un desastre mayor. Foto: MARCO TORRES.

Una casa, situada en la calle Irlanda de Santa Eulària, ardió ayer casi por completo en su interior sin que hasta el momento hayan podido establecerse las causas del siniestro. Los hechos ocurrieron poco después de la una del mediodía, cuando unos obreros que se encontraban realizando una obra en una carretera cercana se apercibieron del humo y llamaron inmediatamente a los bomberos. Al mismo tiempo, algunos de ellos intentaron parar las llamas arrojando agua por la puerta y alguna de las ventanas de la vivienda, aunque no fue hasta la llegada de dos dotaciones del Parque Insular de Bomberos cuando pudo controlarse el incendio.

Al parecer, la casa no se encontraba habitada y según fuentes consultadas por este periódico había gente que iba y venía de la misma. Las llamas arrasaron casi por completo con la planta baja de la vivienda, de dos pisos y situada junto a una arboleda. Afortunadamente, los bomberos pudieron sofocar el fuego antes de que éste pudiera causar daños en los alrededores, lo que podría haber originado un incendio de grandes proporciones, al estar la casa situada en la falda de una montaña densamente poblada de árboles. Una vez extinguidas las llamas, los bomberos permanecieron en la zona para asegurarse de que no había riesgo de que las llamas reaparecieran.

En el interior de la primera planta había una gran cantidad de cajas acumuladas, conteniendo, sobre todo, grandes cantidades de ropa y libros, lo que podría suponer que dicha vivienda estaba siendo utilizada como almacén. Muchas de estas pertenencias, cuya propiedad estaba siendo investigada ayer, quedaron reducidas a cenizas. A la zona acudieron seis bomberos a bordo de dos camiones cisterna, además de efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local.