La joven tiroteada fue atacada en un chalet de las afueras de
Manacor, ubicado en el Camino de Son Moix y propiedad del tío de la
víctima, Manuel Orta Gámez, actualmente en prisión por el tiroteo
que aconteció entre familias rivales hace un mes en aquella
localidad.
Poco después de las once de la mañana una llamada telefónica
alertó de lo ocurrido al Cuerpo Nacional de Policía. Efectivos de
este organismo, Policía Local y Guardia Civil acudieron a la finca
y se encontraron con el cadáver ensangrentado de Andrea Heredia,
tendida en el pasillo de la vivienda. Los médicos de una ambulancia
de la asociación Illes Balears intentaron reanimarla, pero la joven
había perdido masa encefálica (a consecuencia del disparo en la
cabeza) y otro de los proyectiles le había destrozado el pecho, a
la altura del corazón. Los facultativos sólo pudieron certificar el
óbito.
Mientras tanto se puso en marcha un gran dispositivo de búsqueda
del criminal, en el que participaron los tres organismos
policiales, y que consistió en vigilar las principales carreteras
de entrada y salida de Manacor, así como el aeropuerto y el puerto.
De hecho, los funcionarios enviaron fotografías a estos recintos
para que los agentes de guardia pudieran reconocer a José García
Coronado. Desde el principio se descartó que el crimen respondiera
a un ajuste de cuentas, y se barajó la posibilidad (después
confirmada) de que se tratara de un crimen pasional.
El detenido y la víctima eran compañeros sentimentales y
recientemente habían roto su relación. Sin embargo, desde hace
pocos días la habían reanudado. La pareja tenía hijos en común y
según comentaron ayer vecinos de la localidad, «el Ñaco» era muy
celoso y posesivo. Sobre las 13'00 horas José García se puso en
contacto telefónico con la Comisaría de Manacor. Tenía previsto
huir, pero se encontró acorralado; las fuerzas de seguridad habían
«tomado» Manacor y sus alrededores y escapar a la Isla era
imposible. El asesino acordó su entrega y fue recogido cerca de un
restaurante de Cales de Mallorca. El homicida confeso, cuando fue
arrestado, entregó un revólver del calibre 38, con el que
supuestamente dio muerte a su compañera. En breve declarará ante el
juez.
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