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«La marca Ibiza implica una sexualización del cuerpo y la identidad de las mujeres»

La portavoz de la Comisión 8M Maria Cardona espera una manifestación concurrida

La portavoz de la Comisión 8M Maria Cardona en la playa de ses Figueretes. | Irene Arango

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Maria Cardona (Ibiza, 1984) es integrante de Emprendada Feminista y una de las portavoces de la Comisión 8M, que está formada por esta misma entidad, la Asociación de Mujeres Progresistas, la Asociación Nybia Ibiza y la Plataforma Pensionista Pitiusa. Este año, bajo el lema El feminismo será antifascista o no será, las organizadoras han destacado que la jornada busca visibilizar en Ibiza la lucha feminista en contra de los movimientos fascistas, que cada vez ganan más terreno a nivel mundial. Por este motivo, la portavoz Maria Cardona espera una gran movilización este sábado en Ibiza para reivindicar un feminismo antirracista e inclusivo, en defensa de los derechos de todas las personas.

—¿Qué espera de la manifestación de este sábado? ¿Cree que habrá mucha movilización este año?

—Esperamos que la manifestación de este año sea concurrida, festiva y reivindicativa y que, bajo el lema El feminismo será antifascista o no será, reúna a todas nuestra compañeras, vecinas y trabajadoras. Es un año complicado porque se han aplicado cambios en el calendario institucional y la concentración coincide este sábado con el Carnaval y otras actividades populares por la tarde; es un escenario reivindicativo más complicado que otros años. Al final es una lucha feminista que se nota mucho durante una jornada, pero esta lucha tiene que ser diaria porque es una carrera de fondo. Estamos seguras de que habrá gente, buen ambiente y muchas ganas de querer expresarnos una vez más.

—Como decía, el lema de este año es ‘El feminismo será antifascista o no será’. ¿Podría adelantar las palabras más importantes sobre las que girará el manifiesto?

—Efectivamente éste es el lema de este año. Hemos querido situarnos discursivamente en la línea de otras compañeras feministas que están elaborando manifiestos y lemas similares para esta jornada. Queremos poner el foco en el auge del fascismo porque estamos viendo casos como los resultados electorales en Alemania, la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, la presidencia de Javier Miley en Argentina y, además, hemos visto cómo en Baleares la derecho pactó con la ultraderecha. Estamos observando el apoyo de Europa a    la extrema derecha y, ante esta situación, tenemos que plantarnos y recordar que las mujeres siempre han estado y siempre estaremos siendo la punta de lanza contra el fascismo en estos países. Así lo hemos demostrados siempre, luchando contra el fascismo y elaborando comunicados que crearon un gran frente común de mujeres en contra del totalitarismo. Con esta manifestación, esperamos que siga creciendo esta ola contra el fascismo con el objetivo de seguir conquistando derechos y afianzar los que ya tenemos.

—¿Por qué cree que los discursos de odio centrados en las mujeres, las personas migrantes y LGTBI están calando sobre todo en los más jóvenes?

—Nosotras no estamos de acuerdo con esa visión de bloque homogéneo de la juventud en la que todos están votando en masa a la ultraderecha. Es cierto que ha habido un auge del voto a la extrema derecha por parte de un sector de la juventud, pero también es cierto que el voto de las mujeres jóvenes ha subido mucho hacia la izquierda y es un voto feminista, antifascista; un patrón que se está repitiendo en toda Europa. Lo que nos interesa es analizar qué hay detrás de ese voto de ultraderecha de los jóvenes. Creemos que hay una serie de descontentos que tienen que ver con temas económicos y cuestiones sociales, como, por ejemplo, el problema de la vivienda o la precariedad laboral. Frente a esta crisis, la realidad se tambalea un poco porque también han surgido una serie de figuras mediáticas con discursos de ultraderecha que son muy racistas y antifeministas. Estas personas tienen un altavoz mediático impresionante y han sabido captar la atención de los jóvenes. Nosotras    tenemos que poner el foco en estos discursos que se están legitimando para poder combatirlos. Al final, lo más importante es querer hacer políticas valientes que pongan en el centro las cuestiones sociales que más preocupan a los jóvenes.

—¿Cree que, ante cualquier avance del feminismo, aumentan los movimientos reaccionarios y el rearme patriarcal?

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—Es evidente que la lucha feminista ha conseguido algunas victorias bastante importantes, provocando que las personas que tradicionalmente habían ostentado privilegios vieran modificado su estatus social. Después de estos avances se ha generado una mayor preocupación que ha derivado en este rearme patriarcal. También es cierto que en la lucha feminista han habido logros y victorias que se han traducido en más derechos para toda la sociedad, incluyendo también a los hombres. Pero, en relación a este rearme, es importante observar desde donde se producen estos movimientos reaccionarios y qué discursos proclaman.     

—¿Las mujeres están todavía lejos de tener unas vidas seguras y unas vidas sin miedo?

—En lugar de hablar sobre si estamos lejos de tener unas vidas seguras, nosotras nos preguntamos qué estamos haciendo como mujeres feministas para tener vidas dignas y una justicia social. También nos preguntamos como sociedad qué estamos exigiendo a nuestros representantes, a nuestra clase política e instituciones. ¿Qué están haciendo ellos para que la sociedad pueda tener una vida digna y justicia social? Es complicado hablar de las mujeres como si fuéramos un bloque homogéneo porque no es así. Hay mujeres migrantes, trabajadoras, mujeres precarias... Hemos visto que hay muchos tipos de mujeres que están haciendo frente a un empobrecimiento cada vez mayor de sus condiciones de vida.

—¿Qué opina de los vacíos de la Ley de Extranjería a la hora de proteger a las mujeres migrantes?   

—Sobre la Ley de Extranjería, desde la Comisión 8M lo que tenemos que decir es que esta normativa, como la mayoría de leyes de Extranjería, no están hechas para proteger a nadie porque en realidad son dispositivos que lo que hacen es perpetuar la desigualdad, ya que son dispositivos racistas. Nos parece más interesante y más práctico poner el foco en la lucha de las personas migrantes que ya están trabajando aquí, que se han articulado políticamente. Muchas de ellas son compañeras del movimiento feminista que han elaborado propuestas y peticiones. Desgraciadamente, recientemente vimos cómo se rechazaba la ILP para la regularización migratoria extraordinaria, una propuesta muy concreta y clara en la que organizaciones antirracistas, migrantes y feministas del Estado han estado trabajando durante años después de una gran recogida de firmas. Esta iniciativa legislativa es la respuesta a la pregunta sobre el cometido de la Ley de Extranjería. Sólo hay que escuchar    a las compañeras migrantes para dar respuesta a los problemas en esta materia.

—¿Cuáles son las mayores preocupaciones de las entidades feministas, además de la violencia machista, fascista y la prostitución?

—Dentro de la violencia machista nos gustaría poner el foco en la impunidad de los agresores, ya que muchos de ellos han gozado de impunidad para continuar con sus abusos en lugares de trabajo. Pueden estar en el foco público, pero no hay ningún tipo de mecanismo efectivo de restauración hacia las víctimas. También es necesario poner el foco en la justicia patriarcal. Tenemos el caso de Juana Rivas, que ahora se ha reactivado, y otros juicios en España donde la justicia sigue siendo muy machista. Otro tema que nos preocupa es el tema de la vivienda porque nos afecta a todos, especialmente a las mujeres e hijas atrapadas en relaciones abusivas que no pueden salir de la vivienda porque no hay una alternativa habitacional para ellas.

¿Alguna otra preocupación?

También nos preocupa la turistificación salvaje que sufren Ibiza y Formentera. Una situación que implica condiciones precarias laborales muy duras e injustas para todos, especialmente para los mas vulnerables. Además, la marca Ibiza también implica una sexualización constante del cuerpo y la identidad de las mujeres en el ámbito del ocio, así como una destrucción de nuestro entorno y de los recursos. Todo ello tiene un impacto en nuestras vidas. Por supuesto también nos preocupan las condiciones en las que viven las migrantes y los discursos de odio transfóbicos. Las mujeres somos muy diversas y todas nos enfrentamos a retos muy diversos. Es hora de pensar en lo que estamos haciendo para poder llegar a un horizonte de justicia y, para ello, hay que valorar todas estas diferencias.