El ganchillo es el entretenimiento preferido de Elena y en su casa sigue con sus labores.

Elena Serra pasa el tiempo a la espera de recibir el tratamiento de quimioterapia en el Hospital Can Misses con ganchillo, su hobby preferido. «No puedo leer, no quiero gastar la batería del móvil por si pasa cualquier cosa y me dije, pues me llevo el ganchillo», asegura. Ella es una de las pacientes del Hospital Can Misses que no pueden retrasar su cita ni se puede hacer telefónica, como se ha hecho con la mayoría de los servicios a consecuencia de la crisis del coronavirus. Tiene un cáncer de pulmón, cada quince días necesita tratamiento de quimioterapia que recibe en el Hospital de Día. Su rutina quincenal comienza con el análisis de sangre, la espera de los resultados, después cita con su oncólogo que le confirma el tratamiento, se le hace y pasa finalmente al Hospital de Día para la quimioterapia, que dura dos horas. Todo un proceso que con las medidas de prevención se ralentiza. A sus sesiones iba siempre acompañada de una amiga, pero tras el estado de alarma va sola. Por eso decidió llevarse el ganchillo y las esperas no se hacen tan eternas y, además, adelanta la toquilla para el tercer nieto que vendrá en septiembre. Le gusta el ganchillo e incluso le aprobaron un proyecto para hacer pulpos solidarios para Pediatría, «pero me puse mala y se paró, me dio mucha rabia», recuerda.

«Sin poder ver a mi gente»
Cuando entra en la consulta de su médico, se guarda la distancia de seguridad, la silla está pegada a la pared. En el Hospital de Día hay turnos.

En estos tiempos de coronavirus, cuando va al hospital no puede «andar arriba y abajo para ver a mis antiguos compañeros», dice Elena, ya que es celadora. «Me encanta ir a ver a mi gente, pero no lo puedo hacer».

Confiesa que no ha tenido miedo al contagio, «lo llevo con naturalidad, me he informado bien y en casa llevamos unas medidas de seguridad, mis precauciones, qué gano yo teniendo miedo». No obstante, asegura que con lo único que ha sentido temor es por su marido, que trabaja de celador en Urgencias de Can Misses. «Mi marido solicitó que lo aislaran porque yo tengo cáncer de pulmón pero se lo denegaron porque dijeron que no era personal de riesgo. Venía con miedo casa, eso me daba un poco de temor, pero por lo demás no, salgo a hacer la compra, saco a a mi perrita y ahora salgo a pasear».

La pandemia ha coincidido con un fatal desenlance: la pérdida de su padre, Vicente Serra, el pasado 13 de abril, que había sido jefe de personal subalterno en Can Misses. «Trabajó toda su vida en sanidad, era muy humano, ayudaba mucho a la gente», dice.

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Elena asegura que está llevando bien esta crisis sanitaria «con toda la normalidad que se puede y con mucho cuidado porque somos pacientes con al riesgo, imagina yo con el cáncer de pulmón». Además de la quimioterapia, cada dos meses se le hace un TAC de control.

Antes de iniciar la crisis, Elena impulsó una recogida de firmas para mejorar el servicio de Oncología de Can Misses, que de momento se ha dejado aparcado pero lo tiene en mente, «lo tengo todo guardado y cuando lo pueda volver a activar lo haré, ahora prima lo que prima».

EL APUNTE

Turnos en Hospital de Día y pacientes con mascarilla

Oncología es uno de los servicios en los que se ha mantenido la actividad. Las consultas de tratamiento siguen y en el Hospital de Día se extreman las precauciones, con mascarillas para pacientes y tratamientos mañana y tarde para no acumular enfermos. Las consultas de revisión se hacen parte por telefóno pero si ha sido necesario se cita al paciente. Las primeras consultas han sido telefónicas y las posteriores. Más del 90% han sido presenciales, teniendo en cuenta que no se acumulen pacientes en salas de espera y extremando las medidas de seguridad. No hay pacientes en lista de espera en primeras consultas. También se han mantenido los comités con la periodicidad habitual, el comité de tumores de Can Misses se han hecho presencial y el de los especialistas de Son Espases. También se han realizado intervenciones quirúrgicas ya que Oncología está dentro de de la prioridad 1.Tampoco ha habido demora en Radioterapia. La diferencia es que los oncólogos han dejado de desplazarse para pasar consulta a Formentera como venían haciendo hasta ahora por lo que se ha optado por citar a los pacientes en el Hospital de Formentera y el oncólogo ha hecho una videollamada o videocoferencia con el paciente y el internista de Formentera para seguir marcando y pautando los tratamientos.