En concreto, según han informado fuentes municipales, en los últimos días se ha retirado fibrocemento en 16 puntos distintos del municipio. Estos trabajos se han ejecutado mediante un gestor autorizado de residuos como parte del contrato suscrito entre el Ayuntamiento y la UTE Es Vedrà, asumiendo además el coste de estas labores ante la imposibilidad de identificar a los responsables de los vertidos.
Así, han lamentado que el coste de la gestión lo acaben pagando los habitantes del municipio, en vez del propietario que abandona los restos en cualquier parte. Además, han recordado que los contenedores ubicados en la vía pública son para residuos domésticos y los que están considerados como "peligrosos" deben ser gestionados por empresas autorizadas, que les darán el tratamiento más adecuado.
Desde el Consistorio han recordado que el vertido de estos residuos está completamente prohibido y se considera una falta muy grave por la Ley y por las Ordenanzas municipales, con multas que pueden llegar a los 30.000 euros.
Según han destacado, en 2015 se ha recogido fibrocemento de más de 41 puntos diferentes.
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