Medalles d'Or para dos premiados y una estrella

La entrega de las Medalles d'Or de la Ciutat d'Eivissa fue ayer un acto de reconocimiento para tres personalidades ilustres. A título póstumo, el Ayuntamiento de Eivissa premió con esta medalla al primer presidente del Consell Insular, Cosme Vidal Juan, y al escritor Juan Castelló Guasch. También homenajeó al expresidente del Consell durante tres legislaturas (1987-1999) Antonio Marí Calbet, que fue la estrella indiscutible de esta solemne y larga celebración, que por primera vez fue presidida por un gobierno del Partido Popular.
«Hoy se hace justicia con un gran hombre, somos muchos los que queríamos entregarte este reconocimiento», dijo la Defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, para cerrar su discurso de presentación del expresidente, en clara referencia a los once años que llevan los premios de historia sin un reconocimiento para el expresidente popular.
Como es tradición, el acto tuvo lugar en el Claustro municipal y congregó a decenas de familiares y amigos de los homenajeados, así como a los representantes institucionales.
El presidente del Consell, Vicent Serra, faltó a la cena que ofreció anoche el Rey Don Juan Carlos en Mallorca para estar en el acto. Junto a él, se encontraban todos los consellers, los alcaldes de la isla, así como también diputados y representantes de la oposición en la máxima institución insular.
La alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui pronunció un discurso en el que pasó casi de puntillas en sus referencias hacia Cosme Vidal y para Joan Castelló Guasch. Sí se detuvo más en Marí Calbet que, según destacó, le enseñó «la grandeza de un político honesto, humano, generoso y dedicado».
La introducción de las medallas a título póstumo corrió a cargo del «experto», el arquitecto, Joan Prats. Del escritor Joan Castelló recordó su «autoformación ejemplar» y su vida dedicada al periodismo, a las letras y a la imprenta. También rememoró sus famosos artículos en defensa del ibicenquismo que practicó desde Mallorca, donde residió toda su vida desde los 20 años, como una muestra de que la defensa de lo ibicenco «también se puede vivir y desarrollar fuera de la isla».
De Cosme Vidal destacó «su ironía fina y su sentido del humor proverbiales». También su afán de superación porque «aunque sus piernas le fallaban practicaba natación y fútbol» entre sus muchas actividades e iniciativas, como la fundación de la Sociedad Deportiva Ibiza, como un ejemplo de su pasión por el deporte que combinó con su otra pasión, el periodismo.
De su etapa política, remarcó que al aceptar el cargo de Delegado del Gobierno en las Pitiüses «empezaron a sentirse los primeros aires de democracia», así como cuando inició su andadura como presidente del Consell en 1979 «como responsable de poner en funcionamiento» la máxima institución de la isla.