La carretera de Sant Joan no podrá salir a concurso para su construcción hasta después de las elecciones, con lo que lo más seguro es que las obras no puedan empezar hasta finales de año. La Comissió Balear de Medi Ambient ha aprobado esta semana el proyecto con algunas prescripciones, con lo que el próximo trámite será incorporar al proyecto estas condiciones e introducir las alegaciones de los ciudadanos.
Según explicó el conseller de Mobilitat, Albert Prats, la intención es aprobar definitivamente el proyecto antes del período electoral para poder comenzar con la adjudicación a una empresa ya en verano.
Carril bici
Preguntado por si no teme que el nuevo equipo de gobierno que entre en el Consell, si está gobernado por el PP, retire el carril bici, Prats indicó que de ser así sería una decisión «involucionista». «No es lógico que alguien se plantee retirar carriles bici ahora que tenemos una crisis del petróleo y necesitamos apostar por transportes alternativos», dijo el conseller.
Entre las condiciones que ha puesto Medi Ambient para aprobar el proyecto está que se dé cumplimiento a un acuerdo de la comisión de patrimonio del Consell (Ciotupha) para restaurar el pavimento original de un pequeño puente que pasa por encima del río de Santa Eulària y por el que transitará un carril bici, que en esta vía se tiene que desviar en varios puntos de la carretera principal.
Otra de las condiciones es que se tendrá que aplicar es la petición de una autorización a Canvi Climàtic para la instalación de una planta asfáltica. De todas formas, el conseller recordó que esta planta no es imprescindible si la empresa adjudicataria logra ponerse de acuerdo con un suministrador de asfalto, tal y como pasó en la vía de Sant Miquel.
Compran una pala quitanieves para la autovía de Sant Antoni
La UTE que construyó la carretera de Sant Antoni y que se encarga de su mantenimiento ha comprado una cuchilla quitanieves para retirar el hielo que se acumula en determinados puntos de la vía en invierno. Según informaron desde Obres Públiques, esta pala tiene un coste de 15.000 euros y se coloca en un camión de mantenimiento. No se trata de una máquina quitanieves completa, cuyo coste es mucho más elevado, de 300.000 euros. Según explicaron las mismas fuentes, este material se ha comprado para evitar tener que quitar el hielo con palas. La llegada de este material a Eivissa causó una gran sorpresa porque muchos pensaron que era uno de los tres famosos quitanieves que se incluyeron en la contrata de la autovía al aeropuerto y que más tarde se anularon por parte del Govern por ser innecesarios y porque realmente no se habían comprado.
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