El instituto Isidor Macabich lleva desde hace tres legislaturas pendiente de una reforma de sus instalaciones. La instalación eléctrica está obsoleta y se encuentra a escasos metros de una caldera para la calefacción sin certificado de revisión, que se exige ahora, y su sistema contraincendios se limita solo a extintores, no contando ni siquiera con una instalación de agua a presión.

El primer proyecto de reforma, que contemplaba el cambio del cableado eléctrico, caldera y calefacción, se hizo en la legislatura de Pilar Marí, pero fue con anterioridad, con Antoni Marí, cuando se redactó un proyecto de ampliación del centro con seis aulas pero el Ayuntamiento de Vila exigió que se cumpliera la normativa como la eliminación de las barreras arquitectónicas. «No se si se presupuestó», recuerda Joan. Con Marí se redactó un nuevo proyecto pero no se realizó. «La excusa era que el ayuntamiento lo tenía parado. Sea el gobierno que sea siempre dicen lo mismo», se lamenta el director del centro con 620 alumnos de secundaria, bachillerato y ciclos formativos.

La realización de cualquier proyecto de reforma se encuentran siempre con el mismo problema: no tiene el final de obra. «Cuando se pide cualquier permiso para hacer cualquier obra el ayuntamiento nos dice que no se puede porque no hay final de obra», dice.

Antigüedad

El centro, uno de los más antiguos de Eivissa, se acabó de construir en 1978 entrando en funcionamiento a principios de 1979 «con luz de obra», recuerda el director del IES Isidor Macabich, Mariano Joan. El instituto Blanca Dona empezó a funcionar el curso siguiente. «Hay diferentes sistemas de actuar que dan éxito como hacer ruido», dijo el director del Isidor Macabich acerca de la dimisión en bloque del equipo directivo de Blanca Dona que ha supuesto la ejecución urgente de las obras. Ante la inmediata intervención de la Conselleria, el Isidor Macabich no se va quedar con los brazos cruzados.

Amenaza

«Si hay una amenaza se hace caso a las reivindicaciones y si te vas gastando el dinero en el manteniendo, te lo compones como puedas. Estamos peor o igual que el Blanca Dona», se lamenta. El Isidor Macabich se gasta el 30% de su presupuesto del funcionamiento, o sea la actividad docente, en mantenimiento de la caldera, del que se encargan ellos mismos ya que uno de sus ciclos formativos es de frío y calor. La única rampa de acceso al centro, con barreras arquitectónicas, se hizo con dinero que se destina a funcionamiento del centro.

El STEI-i recordó ayer que la reforma de las instalaciones de los institutos Blanca Dona e Isidor Macabich figuraban en el plan de infraestructuras de 2008-2009, concretamente para 2009. «Los dos centros lo necesitan y es una reivindicación lógica», recordaron ayer desde el STEI-i. Precisamente, dentro de las inversiones urgentes en infraestructuras educativas, el STEI-i alude a las instalaciones de Blanca Dona e Isidor Macabich. También recuerda que está pendiente de ejecutar las obras del nuevo edificio Sa Bodega, el colegio Es Pratet y CP de Sant Antoni, que se ha de sustituir por las aulas prefabricadas. También está pendiente el desdoblamiento de Can Cantó y es Vedrà y la ampliación del Poeta Villangomez. La falta de infraestructuras ha supuesto que se tenga que construir aulas prefabricadas.