Eivissa ha marcado el destino de Sonia. Hace 25 años vino a vivir a Eivissa y aquí quedó embarazada de su hijo. Ahora ha regresado a conocer a su padre, al que lleva buscando toda su vida.
Cuarenta y cuatro años antes, Valentín Villanueva había dejado a su pareja, Maravillas, embarazada de Sonia, al cuidado de su madre en Barcelona. «Él se fue a trabajar a Londres y no sabemos lo que pasaría, pero mi madre se fue y me tuvo a mí en Blanes», relata Sonia. «Yo no quería perder a mi hija. Mi madre me escribió diciéndome que la niña había nacido pero que no llevaba mis apellidos. Aquello me sentó muy mal», media Valentín, que no volvió a saber nada más de la madre ni de la niña. Trató de olvidarse de aquella hija perdida. «El día que nací le llegó a mi madre un giro de 25.000 pesetas y nunca más supo de él», añade Sonia. «Muchas veces me había planteado volver a verla pero no sabía donde ir», dice Valentín de su hija desaparecida.
El encuentro fue posible gracias a Silvia, amiga de Valentín, e Isabel, hermanastra de Sonia, que contactó con Ultima Hora Ibiza y Formentera para encontrar a Valentín, del que sospechaban que residía en la isla y, de hecho, es así ya que desde hace 20 años vive en ella. Silvia, conocedora de la historia, leyó la noticia y supo que el hombre que buscaba era su amigo.
Encuentro
El tiempo se le hizo eterno hasta el encuentro con Silvia y el padre de su hermana en el Paseo Vara de Rey. «Me quedé sorprendida porque le recordaba de un encuentro en Barcelona cuando yo era pequeña. Me puse a llorar. El reencuentro fue de impacto», dice Isabel, una testigo indirecta de aquella historia entre su madre y Valentín, que no tiene ningún reproche para el padre de su hermana, sino al contrario. «Es una persona muy culta, terriblemente inteligente y con un corazón muy grande y una bondad desmesurada. Él no abandona a nadie si no son las circunstancias en un momento de la vida de dos personas, la madre de Valentín y la mía, que hace que cambie», sostiene Isabel. «Muchas veces me había planteado volver a verla pero no sabía donde ir», dice el padre. Valentin dice que ahora no sólo ha recuperado a una hija, «tengo dos». Maravillas, la madre de su hija recuperada, tampoco ha sido ajena esta historia: «Ella siempre ha querido que le buscara», dicen las hermanas.
A Sonia la vio por primera vez el pasado 4 de agosto en el aeropuerto de Eivissa. «No hubo lágrimas ni sensaciones fuertes. Nos dimos un beso. Era como si nos hubiéramos visto toda la vida», dice Valentín. Sin embargo, Isabel precisa que «estaba terriblemente nervioso y muy ilusionado». A Valentín le resultó fácil reconocer a Sonia. «Tiene la misma cara de su madre cuando yo la conocí», añade.
Valentín y Sonia han estado disfrutando unos días juntos de vacaciones como padre e hija en Eivissa. El futuro, como dice Isabel, está muy lejos.
Esta historia con final feliz tiene un nombre propio: Isabel, la hija de Maravilllas que conoció a Valentín siendo una niña. Isabel llegó a incluso a contactar con el programa de Paco Lobatón para localizar a Valentín. «Mi hermana llevaba muchos años tratando de buscar a su padre», dice. Un día decide trasladarse a Eivissa de manera circunstancial y aquí recibe un mensaje de movil de su hermana en la que le pide que busque a su padre del que sabían que pasaba temporadas en la isla. «Mi hermana me dijo que buscara a su padre», rememora.
A través de la noticia publicada en Última Hora al que acudió Isabel, una amiga de su padre la lee y se puso en contacto con ella.
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