Bajo el molino la tradición

Puig d'en Valls celebró ayer la segunda diada payesa del molí de S'Olivera

Los artesanos demostraron al público como se trabaja la yata, por ejemplo. Foto: MARCO TORRES

25/05/09 0:00

Empecé con el oficio de alfarero cuando sólo tenía 12 años. Ahora tengo 45 y únicamente tardo dos minutos en hacer un cenicero», explicó sonriente Juan Marí, uno de los artesanos participantes en la segunda edición de la diada payesa del Molí de S'Olivera de Puig d'en Valls. Los jarrones y ceniceros se mezclaban con otros puestos de artesanía, como los sombreros de Francesca de la asociación Aaple, o los cestos de yata que confeccionó Antonio Aguilera hasta bien entrada la tarde: «Soy de Córdoba y allí, en mi tierra, también trabajaba la yata para el campo. Cuando emigré a Eivissa continué con esta labora y ahora hago todo tipo de cestos payeses».

Los asistentes también pudieron probar productos de la tierra, como miel o mermeladas hechas en la isla.

Detrás del molino, los más jóvenes del pueblo y otros tantos de Santa Eulària competían por conseguir el mayor número de puntos en la olimpiada payesa, donde recuperaron juegos tradicionales, como el pilla-pilla: «Son pruebas de velocidad, equilibrio y coordinación grupal, por ejemplo, que se desarrollan en esta pista del tipo americano. Quien obtenga mejor puntuación recibirá un premio», explicó Paco Alcaide, director de tiempo libre y organizador de las pruebas. En la parcela de al lado, algunos niños daban de comer a los caballos, mientras diferentes razas de perros competían en la décimo cuarta prueba oficial del campeonato balear de Agility, organizada por el Club de Agility de Eivissa. Y para comer nada mejor que tres grandes paellas: «Cada una estará hecha para 200 personas. En total utilizaremos unos 80 kilos de arroz. Llevan costillas de cerdo, cangrejos vivos, mejillones, cabeza de lomo, pollo, sepia, gambas y tardaremos alrededor de 40 minutos en hacerlas. El menú consta de un plato de paella, sangría, vino, orelletes y café caleta por sólo 12 euros», explicó el cocinero Vicente Marí.

Tras la comida, los más pequeños continuaron con sus pruebas de olimpiada. Más tarde tuvo lugar un concurso de brular corns y una muestra de baile típico. Y para poner fin a esta cita tan especial estaba previsto que actuara Projecte Mut. María José Real