Michel Cretu embala sus pertenencias antes del derribo de su mansión

Según explicó ayer el primer teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, la pasada semana un aparejador de la empresa encargada de la demolición, Construcciones y Excavaciones Erri-Berri S. L., radicada en Navarra, se desplazó a la isla para comprobar in situ el estado de la vivienda y calcular la forma de derribo. Esta persona informó al Ayuntamiento de que bien esta semana bien la próxima se traerá a Eivissa la maquinaria adecuada para proceder al derribo de la obra ilegal.

«No nos pusieron ningún problema para acceder con el aparejador, aunque hay que recordar que contábamos con autorización judicial para ello; se miró lo que había y se vio que estaban ya embalando las cosas», explicó Pantaleoni, que estuvo presente en la visita, en la que también participaron efectivos de la Policía Local. Cuando se vayan a empezar los trabajos de demolición también acudirá el secretario municipal para que levante acta de los mismos, con el objeto de que posteriormente no se plantee ningún problema jurídico.

Con anterioridad, el abogado de Michel Cretu, Jaume Roig, ya había asegurado que «no hay una oposición al derribo aunque sí dos cuestiones: tener el tiempo necesario para retirar todo lo que hay que retirar y conocer con qué garantías se va a ejecutar la demolición».

El primer teniente de alcalde recordó, por otro lado, que no se ha obtenido todavía ninguna respuesta al recurso interpuesto por el alcalde, José Sala, contra la multa mensual de mil euros que, desde marzo, ha tenido que pagar por orden de la jueza de este órgano judicial, Irene Trunyols, que considera que el Ayuntamiento ha ralentizado el proceso.