El Ayuntamiento de Sant Antoni volvió ayer a abrir las duchas del campo de fútbol de Sant Antoni que se habían cerrado al detectarse en una inspección que en los circuitos de agua se daban condiciones favorables para el desarrollo de la bacteria de la legionela. El concejal de Gobernación, Juan Pantaleoni, confirmó que ayer se llevó a cabo la desinfección de las calderas y de los depósitos de agua para el riego del campo a través de una «hipercloración». Según los expertos esta bacteria encuentra en el agua contaminada las mejores condiciones para reproducirse. También estaba previsto que estos trabajos se realizaran en el otro campo de fútbol que se encontraba en la misma situación, el de Sant Rafel.

La decisión de clausurar de forma preventiva las duchas de estas dos áreas de juego se produjo tras conocer los resultados de una inspección sanitaria rutinaria que advertía del riesgo de que se desarrollaran focos de legionela. Una situación muy similar se produjo hace unos meses en la piscina municipal de Sant Antoni.