La tradición si no se muestra acaba por perderse, y eso «que ya cuesta de mantener», comentaban las 20 mujeres que ayer se reunieron en el paseo de ses Fonts en Sant Antoni para mostrar lo más típico de la isla con motivo de las fiestas de Sant Bartomeu. Para ello, en buena compañía y sentadas bajo las sombras de las palmeras, se pusieron manos a la obra a bordar pañuelos, mantelerías, guantes de encaje, trajes y zapatillas payesas y todo tipo de accesorios del hogar, con la particularidad de que todo está hecho a mano.

Catalina, que es la tercera vez que acudía a esta exposición, con mucha paciencia realizaba las típicas zapatillas payesas: «Siempre las hago de color blanco y con el mismo diseño», comenta. Después de toda una vida dedicándose a ello es normal que para hacer unas sandalias ibicencas esté sólo una tarde, y tampoco es de extrañar que diga que no es difícil. Ella empezó con el oficio por tradición familiar, observando a sus padres mientras las hacían.

Otro caso es el de las mujeres que realizaban los bordados de los trajes pageses, como María Torres y Pepa Prats, dos de las pioneras de la exposición. La indumentaria típica está hecha toda a mano menos la costura del pantalón y las mangas. Incluso los botones. Al no haber ya «drap», la tela de siempre, ahora se hacen con loneta. C.V.