J. M. R. Los votos de Joan Buades y del grupo popular,así como la abstención de los progresistas, sirvieron ayer para aprobar el pacto de los funcionarios del Consell y para rechazar la relación de puestos de trabajo (RTP), que deberá ser adaptada a los requisitos del convenio. Este punto del orden del día fue rocambolesco y el de más duración. El equipo de Gobierno lo incorporó como moción de urgencia y lo retiró una hora después al comprobar que ni Buades ni el PP votarían a favor de la RTP, aunque sí del convenio.

Pese a las advertencias del vicepresidente del Consell, Vicent Tur, y del secretario de la Corporación de que si no se aprobaba la RTP el acuerdo con los funcionarios quedaría vacío de contenido en un 80 por ciento, el conseller del grupo mixto presentó otra moción de urgencia para que se aprobara el convenio y se redactara una relación laboral adaptada a él. Tanto el PP como Buades sospechan que hay gato encerrado en la RTP y que el Pacte trata de «consolidar en la plantilla orgánica» puestos de libre designación. Tur dijo estar indignado por esas insinuaciones: «Piensa el ladrón que todos son de su condición», indicó. En el pleno se anunció que los sindicatos ya se han puesto de acuerdo para aprobar el convenio de los trabajadores laborales, que podría ir a un pleno extraordinario.

Por otra parte, el PP, con el apoyo de Buades, consiguió que se aprobara una moción para que el Consell pague los 126.000 euros que cuesta acondicionar la pista del Club de Baloncesto Puig den Valls a la primera división. La moción sorprendió a la consellera de Esports, Sofía Hernanz, porque después de que el Consistorio pidiera por escrito al Consell y al Govern que se hicieran cargo de todos los gastos, la institución insular ya se había comprometido a pagar el 50 por ciento.

También se aprobaron modificaciones de crédito para inversiones en bibliotecas y para dotar de césped artificial el campo de fútbol de Sant Rafel, así como la ejecución forzosa de la sanción de cierre del alojamiento Panoramic, del mismo grupo del Tropical Garden, precintado hace un mes. El conseller de Turisme coincidió con el popular Pere Palau en que a partir de ahora se debe incorporar en cada expediente la posibilidad del cierre forzoso para agilizar el proceso y evitar que vaya dos veces a pleno.