El trabajo ordenado y en equipo de estos pequeños entusiastas ha dado muy buenos resultados. Foto: M. FERRER.

Aunque mucha gente no se haya dado cuenta el Carnaval está a la vuelta de la esquina. Faltan poco más de siete días para que comiencen los festejos del culto a la careta y el antifaz en todas las Pitiüses. En el barrio de ses Figueretes han sido previsores, por eso a estas alturas ya lo tienen todo bien atado.

Desde principios de mes en el local de la Asociación de Vecinos del barrio, Cati Bonet, vocal de la agrupación de vecinos, se ha encargado de dirigir unos talleres de manualidades en los que una media diaria de diez niños practicaba todos los lunes, miércoles y algún que otro viernes, sus habilidades como patronistas de cartón y decoradores de accesorios de unos misteriosos disfraces cuya temática no ha sido desvelada.

«El disfraz es un secreto, lo único que podemos decir es que nosotros nos hemos encargado de hacer los escudos para grandes y pequeños con nuestras propias manos», reveló Marcos, uno de los chavales que ha trabajado en la elaboración de más de setenta accesorios de cartón que lucirán los componentes de la comparsa en la Rúa del próximo 9 de febrero. «Hemos pintado las dos circunferencias que forman cada escudo, las hemos decorado con unas plumas de colores, y pegamos unos corchos de colores en cada escudo de una manera diferente para que cada escudo sea original», explicó Benjamín, otro de los mañosos del grupo.

Ayer, Marcos y Benjamín junto al resto de sus compañeros dieron por finalizado su trabajo para la comparsa en el que han disfrutado mucho: «Es muy divertido y hemos hecho cosas que nos gustan para que las utilice y vea un montón de gente», apostilló Benjamín, orgulloso con el trabajo y el de sus compañeros. El resultado lo veremos en la Rúa.