GUILLERMO ROMANÍ La Cofradía de Pescadores de Formentera ha solicitado al Govern de les Illes Balears que decrete medidas proteccionistas para poder desarrollar su trabajo sin los problemas con los que habitualmente se encuentra el sector. En el transcurso de una reunión mantenida con el conseller balear, Mateu Morro; el insular, Vicent Tur, y el director general de Pesca del Govern, Sebastià Cobas, los pescadores han pedido que se ejerza presión para que los arrastreros alicantinos sean controlados por el Ministerio «a través de cajas azules que sirvan para su localización» en vista de que «no respetan los horarios de pesca establecidos oficialmente».

Asimismo, los pescadores de Formentera han expresado su malestar por los problemas que cada año tienen con los remolcadores de jaulas atuneras que, pese a los pactos de caballeros alcanzados el pasado año, siguieron rompiendo redes por no respetar los caladeros de la flota artesanal de la isla. En este sentido, se han referido a la necesidad de que las instituciones, tanto el Govern como el Consell y el Ayuntamiento les presten más apoyo «cuando se producen estos problemas, ya que es la única cofradía que se afectada por los atuneros», manifestó un portavoz de este colectivo.

Tras incidir en los problemas que ocasionan las 'marranxeras' alicantinas con sus palangres semivolantes o de deriva que rompen o arrancan fijaciones de las redes de los pescadores formenterenses, los cofrades denunciaron la competencia desleal que supone la práctica de la pesca submarina y han urgido al Govern para que «se regule la pesca submarina en aguas interiores de Formentera».

Otras medidas propuestas por los pescadores de la isla son la ampliación del periodo de veda del raor hasta finales de agosto y la prohibición de la pesca del anfòs durante una larga temporada. Finalmente, los pescadores trataron la posibilidad de comercializar el peix sec como producto característico de Formentera, aunque la desaparición de las especies con las que se elaboran dificultan este objetivo.