Una experiencia en el antiguo Egipto. La versión escolar de la obra que la compañía Fila Zero presentó la semana pasada en la Sala Europa se dirigió ayer por la mañana a los alumnos de Can Cantó con el fin de introducirles en el mundo del papiro, las pirámides y las esfinges. En dos sesiones, desfilaron frente al escenario 150 alumnos de entre cuatro y siete años. Una obra didáctica y divertida que hizo las delicias de los asistentes.

Las puertas hacia la representación del Egipto de Cleopatra se abrieron a las diez de la mañana. Una fila disciplinada de niños esperaba en los aledaños de la Sala Europa con muchas ganas de acceder durante una hora al mundo del teatro. El interior del recinto estaba decorado para la ocasión y ambientado por unas luces anaranjadas que recreaban las tonalidades propias de aquella cultura. La escenografía tampoco escondía el motivo por el que congregó a los escolares. «Tengo muchas ganas de ver cómo es la momia, espero que no me dé mucho miedo», comentaba Vicent, un alumno de 6 años del centro escolar. Pero la momia que vieron los pequeños era inofensiva, diseñada para hacer reír y enseñar a los pequeños las claves del mundo egipcio.«Lo importante es que conozcan dónde está Egipto, quiénes eran los faraones y ver a la momia más divertida», apuntaba una de las actrices.

Tanto para entrar como para salir, los pequeños estuvieron custodiados en todo momento por sus profesores, quienes les colocaron por orden de lista y agarrados a unas cuerdas de colorines para que no se despistaran. La obra la abrió Cleopatra que introdujo la intención de la representación al auditorio infantil y explicó que era la mujer de Ramsés y la madre de dos hijos muy revoltosos. Para que los asistentes no perdieran el hilo de la historia se les invitó constantemente a participar de la misma. Los pequeños respondieron de manera masiva con un griterío ensordecedor, como el que propiciaron para que apareciera en la escena otro de los personajes: la esfinge. El desenlace de la historia descansaba en encontrar un tesoro escondido en la pirámide del faraón, donde por fin apareció en escena la momia despistada. Fue el momento estrella de la mañana y los niños lo agradecieron con aplausos y algarabía.

A cada uno de los asistentes se les entregó en la puerta una cuartilla en la que se les planteaban seis cuestiones acerca de la representación que resumían a la vez la historia. Una manera de amarrar las ideas expuestas sobre el escenario durante la hora de escenificación. Y de cara a la galería, pudieron demostrar sus habilidades con el dibujo haciendo el del personaje que más les atrajo. «Me ha gustado mucho, sobre todo los dos hermanos, los hijos de Cleopatra porque nos parecíamos a ellos, no les gustaba hacer los deberes», señaló Carlos, otro alumno del Can Cantó.

La obra se representará por las tardes para el público en general hasta mediados de enero. Los centros escolares de Eivissa acudirán también hoy y mañana, así como después de Reyes hasta que se quite «La momia de Tutan-Khagón del cartel de la Sala Europa.