La casa de María Prats se ha hundido dos metros más. La de Armando
Riera se pliega por momentos en un amasijo de bloques, piedras,
tejas y cables. Los dos propietarios más afectados por el
corrimiento de tierras provocado por el desmonte que realizó la
empresa Promociones Inmobiliarias Ibiza-Mediterránea para iniciar
las obras de construcción de un bloque de apartamentos en Cala
Vedella, observaban ayer con tristeza los restos de sus maltrechas
viviendas.
Ambos han iniciado los trámites y averiguaciones pertinentes
junto con sus abogados para lograr las oportunas indemnizaciones y
esclarecer los hechos. Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep
envió ayer por la mañana a su personal técnico que ha dictaminado
que hay que recuperar la ladera destruida. La empresa constructora
se ha comprometido a contratar a la compañía Túneles y taludes S.L.
de Barcelona que será la encargada de construir una escollera en la
base de la ladera que se irá cubriendo con la tierra
desprendida.
El Consistorio se ha comprometido a acelerar al máximo el
trámite para poner en marcha este proyecto, por lo que emitirá un
decreto que permita acometer la obra. La intención final, según el
Ayuntamiento es reconstruir las casas afectadas por el derrumbe.
Por el momento, el pie de la ladera ha sido empalizado con un muro
de contención de unos 50 metros de largo apuntalado por ambos
lados. Con esta medida la empresa trata de evitar que, de
producirse nuevos corrimientos de tierra, éstos lleguen a la
carretera, caigan sobre un pequeño supermercado a pie de montaña o
incluso lleguen a los establecimientos que están al otro lado de la
calle.
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