Los vecinos de la calle José Picarol ya no creen en las promesas del Ayuntamiento de Eivissa. En septiembre de 1999, con el equipo de gobierno progresista recién llegado al Consistorio, recibieron el compromiso de la Concejalía de Obras de que su calle, un pequeño tramo que une Al Sabini y Ramón Muntaner, sería adecentada y contaría con los mismos servicios que cualquier otro punto del municipio. Pero hasta hoy, nada. Para entender la reivindicación de estos ciudadanos hay que comprobar cuál es el estado de su calle. La travesía tiene una fuerte pendiente con escalones irregulares. La maleza crece en cualquier punto. Por la noche apenas tiene luz y es un lugar frecuentado por perros y gatos. Pero es una calle que da acceso a viviendas en las que viven niños e incluso una persona con problemas de movilidad. Cuando llueve se convierte en barrizal.

Isabel Galea explica que compró su vivienda hace seis años y que, últimamente, ha pensado en venderla y trasladarse a otro lugar. «Esta situación no es nueva, ya se daba con el anterior equipo de gobierno, pero pensábamos que con éste se iba a solucionar. Es deprimente vivir así, yo me niego a conformarme», comenta esta vecina. Galea pidió una memoria del proyecto redactado por el Ayuntamiento y, en vista de que la institución asegura que a ninguna empresa le interesa la obra, buscó por su cuenta un constructor. Éste aseguró que el proyecto tenía importantes deficiencias.

Isabel Galea entiende que una calle con pocos vecinos no preocupa tanto al Consistorio como otra en la que se alojen decenas de ellos pero cree que todos deben recibir la misma atención. «Pagamos los mismos impuestos que los demás, incluso el de basuras y limpieza, cuando en esta calle no tenemos ese servicio», señala. Galea dice que ya no ve en el equipo de gobierno el «entusiasmo del principio».

Sin embargo, el concejal de Obras, Antoni Roldán, garantiza que la reforma se hará esta legislatura. «Llevamos dos años trabajando. Hemos hecho el proyecto, está la partida económica, pero la obra quedó desierta. Por eso hemos revisado y mejorado el proyecto y vamos a aumentar el presupuesto en un 20 por ciento, hasta los 18 millones», comentó. Roldán reconoce que la calle «es intransitable» y una «auténtica vergüenza» y por ello mantiene su compromiso de que será reformada.