Cinco policías de paisano vigilarán durante esta temporada las
principales playas y zonas turísticas de Sant Josep. Las nuevas
brigadas, que estarán operativas en pocos días y trabajarán hasta
finales de año, se centrarán en «combatir los pequeños robos y la
venta ambulante ilegal», señaló ayer el concejal de Gobernación,
Antonio Cardona Pujolet.
Cardona destacó que «los resultados obtenidos el año pasado con
la policía de paisano fueron muy buenos, aunque como había un
agente menos sólo podía estar en funcionamiento una brigada, así
que este año se ha decidido reforzar el servicio». Los refuerzos se
centrarán en Platja d'en Bossa, ses Salines, Cala Bassa, Cala Conte
y Cala de Bou, las zonas donde resultan más difíciles de controlar
las actividades ilegales por la gran afluencia de gente.
«Hemos comprobado que la policía de paisano es mucho más
efectiva, porque puede infiltrarse entre la gente sin llamar la
atención», remarca el concejal de Gobernación. Los agentes también
viajan en turismos sin sirenas ni identificativos policiales.
Durante el verano pasado, a pesar de que sólo pudo estar en
funcionamiento una brigada permanente de la policía de paisano, se
consiguió frenar considerablemente la venta ambulante. En total, se
realizaron 383 denuncias contra vendedores ilegales en Sant Josep,
lo que supone la cifra más baja desde el año 1994.
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