Por segundo año consecutivo el conseller de Turismo, Iago Negueruela, presentó en Sant Antoni la campaña del Govern contra el turismo de excesos. Y por segundo año consecutivo lo hizo sin comunicarlo al Ayuntamiento de Sant Antoni, que había sido invitado formalmente tanto por el Govern como por el Consell d’Eivissa a un acto para conocer «la retrospectiva y perspectiva del turismo británico en Ibiza». Un acto, además, que contaba con la presencia del cónsul general de Reino Unido, Lloyd Millen. El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, no entendía que se le convocase a él para un tema y a las instituciones implicadas para otro.

Menos tensión.
A diferencia de lo ocurrido el pasado año, los hoteleros quisieron evitar la confrontación con el Govern por presentar en Sant Antoni su campaña, si bien esta iniciativa se aplica también en destinos turísticos como Magalluf y Platja de Palma, en Mallorca, donde las consecuencias del turismo de excesos es muy superior a la que se registra en Sant Antoni. La diferencia es que en Magalluf y Platja de Palma los alcaldes son del mismo partido que Negueruela. Tampoco el presidente del Consell, Vicent Marí, quiso tensionar el acto ya que es importante resaltar que estaba presente un representante del Gobierno del Reino Unido.

Deslealtad institucional.
De nuevo las formas de Negueruela han sido desleales con aquellas instituciones donde no gobierna su partido. Porque es dificil de imaginar que el conseller de Turisme hubiese convocado un acto igual donde teóricamente se abordara la «retrospectiva y perspectiva del turismo británico» para acabar hablando del turismo de excesos ante la presencia de los alcaldes socialistas de Calvià o Palma. Esta actitud desleal de Negueruela hacia Ibiza ha sido una constante durante esta legislatura que está acabando. Olvida con demasiada frecuencia que es el conseller de todas las islas y sus formas dejan mucho que desear.