Cuando se introduce el mindfulness en el trabajo es común encontrar resistencia debido a creencias limitantes como «el mindfulness no es para mí», «no tengo tiempo, bastante tengo con trabajar» o «no sirve de nada». Estas creencias a menudo surgen porque la práctica del mindfulness es algo nuevo y desconocido. Sin embargo, una vez que se comprenden sus beneficios resulta más sencillo integrar esta disciplina. La clave es un cambio de mentalidad.
¿Quieres saber cómo?
-Educación y Sensibilización: informar a los empleados sobre los beneficios científicamente probados del mindfulness puede ayudar a cambiar percepciones. Compartir estudios, testimonios y experiencias personales puede ser muy efectivo.
-Hacerlo Accesible y Práctico: mostrar que el mindfulness no requiere largas sesiones diarias puede ayudar a aquellos que sienten que no tienen tiempo. Unos pocos minutos al día producen efectos notables.
-Ejemplos reales: presentar ejemplos de cómo el mindfulness ha mejorado la vida y el rendimiento de otros empleados puede ayudar a cambiar la percepción de que «no sirve de nada».
-Crear Experiencias Positivas: invitar a los empleados a probar el mindfulness a través de talleres y sesiones guiadas puede ayudarles a experimentar sus beneficios directamente.
El cambio de hábitos es necesario
Adoptar el mindfulness requiere cambiar hábitos adquiridos:
-De ‘multitarea' a ‘monotarea': En lugar de intentar hacer varias cosas a la vez, el mindfulness nos enseña a concentrarnos en una tarea a la vez. Esto no solo mejora la calidad del trabajo sino que también reduce el estrés y aumenta la satisfacción laboral.
Pregunta para reflexionar: ¿En qué actividades diarias podría intentar concentrarte en una sola tarea a la vez?
-De la reacción impulsiva a parar y observar: el mindfulness nos ayuda a parar y observar nuestras emociones y pensamientos antes de reaccionar. Esta pausa nos permite responder de manera más calmada, mejorando la toma de decisiones y las relaciones personales.
Pregunta para reflexionar: ¿Cuáles son los momentos en los que suelo reaccionar impulsivamente y cómo podría aplicar el mindfulness?
-De la distracción a la presencia: En lugar de estar continuamente distraídos en reuniones y charlas por correos electrónicos, redes sociales y otros estímulos, el mindfulness nos invita a estar presentes en el momento, lo cual mejora la concentración y la eficiencia.
Pregunta para reflexionar: ¿Cuáles son las principales distracciones en mi día y cómo puedo minimizarlas para estar más presente?
-De la crítica a la compasión: El mindfulness fomenta una actitud de compasión, permitiéndonos ser más amables con nosotros mismos y con los demás, lo cual reduce el estrés y aumenta nuestra capacidad de empatía.
Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo ser más autocompasivo conmigo mismo en situaciones de estrés o error?
El rol del líder en el fomento del ‘mindfulness'
Los líderes tienen una gran influencia en las organizaciones y por tanto son claves para fomentar la práctica del mindfulness, adoptando comportamientos que apoyen esta práctica:
-Ser un modelo a seguir: practicar mindfulness y compartir experiencias personales es inspirador y anima al equipo a practicar.
-Crear espacios y momentos: proporcionar espacios tranquilos y sesiones que apoyen la práctica es fundamental para animar a practicarlo.
-Ofrecer formación y recursos: talleres prácticos y recursos que faciliten el desarrollo de la práctica.
-Valorar el bienestar emocional: invertir en el desarrollo personal fortalece la organización, reduce el estrés y aumenta la productividad.
Ejercicios para poner en práctica
Para comenzar a integrar el mindfulness en la vida diaria y laboral os comparto algunos ejercicios que practico a diario y comparto con mi equipo:
-Meditación y respiración: dedica unos minutos antes de ir a trabajar a concentrarte en tu respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tus pulmones aportando calma, tranquilidad y gratitud por el comienzo de un nuevo día.
-Escaneo corporal: tómate unos minutos para recorrer mentalmente tu cuerpo prestando atención a las sensaciones que surgen en cada parte, desde los pies hasta la cabeza. El cuerpo nos habla, nos indica cómo estamos, si necesitamos parar o cuidarnos. Por ello es fundamental prestarle atención.
-Atención plena en las actividades diarias: intenta estar plenamente presente en actividades del trabajo, como escribir un mail o escuchar en una reunión. Observa los detalles y disfruta de cada momento sin prisas.
-Pausa consciente: durante el día, toma breves pausas para cerrar los ojos y respirar profundamente, enfocándote en el momento presente. Esto puede ayudarte a reiniciar y mantener la calma.
El mindfulness ofrece una oportunidad valiosa para transformar no solo la vida de los empleados sino también la cultura y el rendimiento de toda la organización. Sin embargo, esta transformación requiere un cambio de mentalidad y el compromiso activo de los líderes. Al trabajar en las creencias limitantes, crear espacios para la práctica y fomentar la cultura de mindfulness, los líderes pueden ayudar a sus equipos a encontrar mayor claridad, calma y eficacia en su trabajo diario.
El mindfulness puede cambiar tu día a día y el futuro de las empresas. Solamente unos minutos diarios marcan la diferencia. ¿Estás listo para crear un entorno laboral más consciente y productivo?
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